ALICANTE. Los casos del Barça y del Valencia son los más llamativos, pero ni mucho menos son los únicos conjuntos de LaLiga Santander que tienen ahora mismo comprometido su límite salarial de cara a la campaña 2022/23.
Este viernes se abre una ventana de fichajes de verano en la que el Elche va a disponer de un límite salarial ligeramente superior a aquel con el que cerró la temporada 2021/22 y que ascendía a 44.731.000 euros (en la 2020/21 dispuso de 34.600.000): en principio, el incremento de ingresos previstos (fundamentalmente de 'ticketing', ya que por la cesión de derechos audiovisuales la suma a percibir será similar a la de la última campaña, en el mejor de los casos, ya que hay de nuevo ajustes) provocará que el club franjiverde arranque julio con un presupuesto para plantilla deportiva (de gasto en primer equipo, 'staff' técnico, filial, cantera y otras secciones de acuerdo con la definición del mismo que hace LaLiga en su Norma 38 de Elaboración de Presupuestos) más cercano a los 50 que a los 45 millones. El Elche seguirá en el vagón de cola del tren de LaLiga Santander en lo que a límite salarial se refiere, pero por segunda campaña no portará el farolillo rojo.
No obstante, ese presupuesto para plantilla deportiva puede crecer a lo largo del verano (el mercado se cierra a las 12 de la noche del 1 de septiembre) si se acuerda el traspaso de algún futbolista o este compra su libertad.
Ahora mismo hay dos jugadores franjiverdes sobre los que hay un runrún casi permanente respecto al interés de terceros clubes: el lateral Johan Mojica y el delantero Lucas Boyé. Respecto a esto último era interpelado este miércoles el presidente Joaquín Buitrago, en el acto de presentación de la campaña de abonos. El máximo mandatario franjiverde incidía en uno de los aspectos sobre los que se había manifestado el pasado lunes el propietario Christian Bragarnik a Alicante Plaza: la tranquilidad. A diferencia de otros clubes, cuya situación económica no es tan boyante, el Elche no tiene su límite salarial excedido, tampoco carece de margen disponible, ni mucho menos quiere desprenderse de pilares básicos de su equipo, toda vez que aspira en la 2022/23 a una permanencia aún más holgada en LaLiga Santander. Si a esa tranquilidad le sumamos que a día de hoy no ha llegado ninguna oferta al club por ambos internacionales, parece claro que a corto plazo el límite salarial del Elche no crecerá al ritmo de bajas por traspasos. Otra cosa es que un futbolista compre su libertad: a diferencia de la de Boyé, que es de 25 millones de euros, la cláusula de rescisión de Mojica es de solo 5,5.
A lo largo del ejercicio 2021/22 el club franjiverde ya vio incrementarse su límite salarial: cerró la ventana de fichajes de invierno con 3.206.000 euros más de presupuesto para plantilla deportiva que los que tenía en septiembre (un 7,7% más). A diferencia de otros equipos, para conseguir ese incremento el Elche no necesitó recurrir al dinero de LaLiga Impulso, el que presta el Fondo CVC, ni tampoco a aligerar plantilla (aunque sí protagonizó operaciones que comportaron unas bajas que, todo hay que decirlo, al equipo le sentaron deportivamente muy bien): su límite salarial creció al incrementarse el beneficio previsto a 30 de junio (en la 2020/21 fue de 13 millones de euros y en la 2021/22 rondará también esa cifra) con respecto al que se contemplaba al inicio del ejercicio.