El equipo venció con solvencia al Málaga en Mestalla pero todavía queda mucho por mejorar para convetirse en un equipo sólido y de garantías
VALENCIA. El Valencia venció al Málaga en Mestalla por tres goles a cero lo que sirvió para cambiar algo la cara al equipo después del mal partido que ofreció en San Mames antes del parón por selecciones nacionales y que sitúa al Valencia con doce puntos en la tabla.
Pese a tener enfrente un conjunto muy tocado, el Valencia volvió a mostrar muy poco fútbol y poquísimos argumentos ofensivos. La primera mitad la entidad valencianista tuvo el 57% de la posesión pero en ningún momento avasalló a su rival.
El Málaga, por su parte, intentó montar un equipo en torno a Duda en Mestalla pero se mostró inoperante ante un Jaume Doménech que volvió a salvar los muebles deteniendo un penalti –injusto- que hubiera apretado el encuentro al borde del descanso.
En el Valencia, por su parte, apareció André Gomes que es el factor diferencial del equipo y lo mejor de este Valencia CF. El luso es un jugador sobre el que construir un proyecto y que, seguramente, en breve tendrá mil oportunidades para marcharse de Mestalla y mejorar ostensiblemente su salario. Cuando él está sobre el césped el equipo de Nuno es otro y cuando no está se le echa en falta.
El triunfo ante el Málaga, pese a no ser de la manera más vistosa, viene bien para recuperar fuerzas y ánimos, tras el duro golpe de San Mamés, pero pese a la victoria el Valencia sigue muy lejos de ser un equipo armado y que deje sensaciones de seguridad como para confiar en él a largo plazo.
Las bandas del equipo siguen sin funcionar, pese a que frente a los andaluces, Santi Mina, que volvió a actuar por la derecha, estuvo algo que mejor que en los anteriores encuentros donde tuvo oportunidades.
Tras poner el partido muy de cara en la primera parte con los dos tantos de ventaja, la segunda mitad el equipo bajó muchísimo la prestaciones y se dedicó a contemporizar, seguramente pensando en el compromiso del próximo martes frente al Gante, pese a que Nuno lo negó en sala de prensa, consciente de la ventaja que tenía en el marcador.
Poco antes de finalizar el encuentro se vivió sobre el césped una imagen que deja a las claras el nerviosismo que se vive en el vestuario y es que Alcácer y Parejo ‘discutieron’ por lanzar un penalti en el minuto 90 que no iba a ningún sitio, lo que refleja que ambos saben que no están mostrando su mejor nivel personal y tenían ganas de cerrar el partido con un gol.
Esa fue la nota discordante de un plácido encuentro para el Valencia en Mestalla que pese a no mostrar mucho fútbol resolvió con una goleada. El martes hay una nueva cita con la Champions para seguir mejorando y seguir ganando en confianza y dejando el grupo de cara a la clasificación. Frente al Málaga se dio un pasito hacia adelante que hay que refrendarlo frente al Gante.