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llegó a confesar a sus íntimos que ya no se sentía útil para el equipo y estos le recomendaron cambiar el semblante.

Llega la hora de Zaza

Doce jornadas y doce partidos (tres meses) después, Simone Zaza se reencontraba con el gol. El italiano, tras un periodo en el que desapareció de los onces en liga y después de la lesión de su íntimo amigo Santi Mina, vuelve a adquirir protagonismo en una fase importantísima del campeonato.

6/03/2018 - 

VALÈNCIA. Doce jornadas después, con un hueco en el once tras la lesión de su "hermanito" Santi Mina y en el minuto dos de la segunda parte ante el Real Betis, Simone Zaza "pincha" un buen envío de Geoffrey Kondogbia a la espalda de Marc Bartra, controla y bate a Antonio Adán para hacer el segundo gol de la tarde en Mestalla. Sí, doce jornadas, tres meses y doce partidos (entre liga y copa) después, el italiano volvió a reencontrarse con el gol.

Además no defraudó en su celebración. De carácter explosivo, "Simo" hizo un gesto a la grada como queriendo decir "que sigan hablando". Sin embargo, el propio futbolista quiso aclarar que era una contestación sin mala intención para su padre, quien al parecer le "picaba" por su prolongada sequía ante el marco rival. Ciertamente, no parece que el exjuventino pudiera tener nada contra una grada que le adora casi desde el primer momento que se enfundo la elástica del murciélago por representar ese tipo de futbolista con el que siempre empatizó la parroquia local, aquel que se deja hasta su última gota de sudor en cada partido.

No se sabe qué fue primero, si la sequía del italiano o la pérdida de su titularidad en liga ante las rotaciones coperas del mes de enero tras la llegada de Vietto. Sobre el primer supuesto cabe aportar el dato de que entre su noveno gol (Vitoria, 28 de octubre de 2017, jornada 10) y su décima diana (Mestalla ante el Celta, 9 de diciembre de 2017, jornda 15) pasó casi un mes y medio, además de transcurrir cinco jornadas del campeonato de la regularidad. 

A partir de ahí llegó Vietto y Zaza desapareció de los onces iniciales en los partidos de liga. La titularidad en el torneo de la regularidad era para Rodrigo y Santi Mina, y en Copa Simone rascaba minutos en la punta del ataque junto a Luciano Vietto.

Ahí Zaza lo pasó mal. Con un fuerte carácter como el del italiano verse fuera de los onces en liga le torció el gesto. Durante todo este tiempo han sido fundamentales los apoyos de Mina y Jaume. A Mina se refirió en zona mixta tras el partido contra el Betis como "mi hermanito". Su otro gran aliado en el vestuario ha sido Jaume Doménech. "Chau" como le llama el italiano ha sido uno de sus apoyos en todo este tiempo (de hecho, ya fue fundamental para reconducir la tensión generada por la suplencia del delantero transalpino en el Ciutat ante el Levante en la cuarta jornada). 

Pasaban las jornadas y Zaza se veía cada día más fuera sin entender bien el porqué. La liga en enero (y hasta la lesión de Mina el domingo ante el Betis) veía como Rodrigo-Santi Mina se consolidaban en el once a base de goles. "La beretta di Policoro" llegó a confesar a sus más íntimos que ya no se sentía útil para el equipo, y estos le recomendaron cambiar el semblante. Su carácter seriote y adusto podía acabar convirtiéndose en un handicap de cara a su relación con el cuerpo técnico.

Así que Simone decidió "endulzar" los gestos para intentar revertir una situación que no compartía pero que debía acatar. Sin ir más lejos se le vio sonriente y bromista camino del autobús en La Rosaleda tras la victoria en Málaga pese a entrar con el marcador desfavorable y a media hora del final, y también se le vio tumbado bromeando con Santi Mina en Mestalla al final del partido ante la Real Sociedad en el que el gallego resolvió con dos dianas.

Ahora la lesión de uno de sus mejores amigos y máximo goleador en liga, Santi Mina, devuelve al italiano al protagonismo del primer plano ante uno de los partidos importantes de la temporada; el sábado espera el Sevilla en el Pizjuán.

El nueve del Valencia confesó tener muchas ganas de jugar en ese estadio y además en un partido con las características del que presenta el del enfrentamiento ante los hispalenses. Un empate o una victoria dejarían casi sentenciada la presencia de los de Marcelino en la próxima edición de la Champions.

Llega una fase decisiva en el campeonato y las circunstancias de este cambiante mundo del fútbol vuelven a poner en primera línea a "Simo". Es la hora de Zaza.

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