VALÈNCIA. Con los clubes europeos en plena pretemporada, el calendario trajo a lo largo de la pasada semana la primera jornada —la segunda dio comienzo ayer domingo— de la Liga de las Naciones. Una competición cuyo objetivo es minimizar el eco de la palabra “amistoso” en las crónicas y ruedas de prensa de los compromisos de selecciones, a lo largo y ancho del viejo continente. El caso es que el calendario no perdona: con vistas a la próxima Eurocopa, desplazada un año por la crisis sanitaria, los combinados europeos disponen de las primeras oportunidades para hacer probaturas y construir un grupo ganador de cara a la mencionada cita.
Más allá del empate de España en Alemania y su victoria ayer frente a Ucrania en la segunda jornada, ocurrieron muchas otras cosas en la Liga A —donde se encuadran las selecciones más potentes— que repasamos a continuación.
En Copenhague, se enfrentaron una de las auténticas favoritas para la próxima Eurocopa, Bélgica, y un rival de España en primera fase, Dinamarca. Los de Roberto Martínez no necesitaron emplearse a fondo para imponerse 0-2, con goles de Denayer (Olympique de Lyon) y Mertens (Nápoles).
Croacia, finalista del último Mundial, necesita un ejercicio de memoria tras caer humillada en Oporto frente a Portugal por un contundente 4-1. Anotaron para los lusos Joao Cancelo (Manchester City), Diogo Jota (Wolverhampton Wanderers), Joao Félix (Atlético de Madrid) y André Silva (Eintracht de Frankfurt). Maquilló el marcador en el 90 Bruno Petkovic (Dinamo de Zagreb), un delantero que seguramente veamos pronto en alguna de las grandes ligas.
Suecia y Francia ofrecieron casi nada en Estocolmo. Eso es, precisamente, lo que necesitan los bleus para marcar diferencias. Tienen más oficio y fútbol que cualquier selección actual. Suecia fue una roca que Mbappé (PSG) se encargó de perforar. Poco más.
Inglaterra, la eterna favorita a todo desde que el fútbol se juega con los pies, solventó in extremis su visita a Islandia gracias a Raheem Sterling (Manchester City), que convirtió un penalti que él mismo provocó en el minuto 90. Se salvaron los pross gracias a Bjarnasson (Brescia), que mandó a las nubes un penalti en el descuento.
La selección ucraniana, a pesar de su naufragio ayer en Valdebebas, se había impuesto el jueves pasado en Leópolis a Suiza por 2-1. Los ucranianos presentan un atrevido híbrido entre veteranía y juventud que conviene no perder de vista. Es la actual campeona del mundo sub-20 y tiene el carácter de un mito como Shevchenko en el banquillo. Anotaron Yarmolenko (West Ham) y Zinchenko (Manchester City) para los de amarillo y un ex de la Real Sociedad, Haris Seferovic (Benfica), para los helvéticos.
En medio de una larga travesía hacia algún desconocido lugar anda Italia, que no pudo pasar del empate en Florencia ante una trabajada selección bosnia. Los de Mancini consiguieron empatar el tanto inicial del rey Dzeko (Roma) gracias a un Stefano Sensi (Inter de Milán) que viene de vivir una temporada negra en lo que respecta a lesiones.
Por último, en Ámsterdam, los tulipanes dejaron muy buenas sensaciones en su victoria ante Polonia y tienen motivos para mirar con optimismo al futuro. Los polacos son una selección seria y ordenada, y cuentan con el mejor delantero del planeta en la actualidad, pero Polonia sin Lewandowski es como un barco sin brújula, y Holanda hizo daño con De Jong (FC Barcelona) en la sala de máquinas y un Memphis Depay (Olympique de Lyon) que está a un nivel extraordinario. El remate a placer de Bergwijn (Tottenham Hotspur) estableció un marcador que no alcanzó para representar la superioridad de los locales.