VALÈNCIA. El ciclista español Juan José Lobato ha explicado este viernes que en ningún caso es adicto a los somníferos, que llegó a un acuerdo con el LottoNL-Jumbo cuando el equipo le expulsaron por la ingesta puntual de esos medicamentos para superar momentos personales duros y ha asegurado estar con fuerzas y buscando equipo para volver a disfrutar del ciclismo profesional.
"A través de esta carta abierta deseo explicar todo lo sucedido en los últimos meses y, especialmente, quiero anunciar mi intención de seguir compitiendo al máximo nivel. El ciclismo es mi pasión y me siento con más fuerzas que nunca", aseguró el andaluz en una carta publicada en sus redes sociales.
Con 29 años y 14 victorias como profesional, asegura estar listo para encontrar un nuevo equipo y seguir con su carrera, y dejar atrás el episodio que a mediados de diciembre de 2017 truncó su progresión en el LottoNL-Jumbo, a quien pidió disculpas por haber incumplido "parte de su normativa". "Finalmente, ellos decidieron despedirme y llegamos a un acuerdo para rescindir el contrato", explicó.
Y es que durante la concentración del equipo holandés en Sant Feliu de Guíxols (Girona) Lobato fue expulsado por consumir somníferos, no relacionados con el dopaje ni prohibidos por la UCI o la Agencia Mundial Antidopaje, que no fueron suministrados ni prescritos por los médicos del LottoNL-Jumbo.
"Quiero desmentir algunas informaciones publicadas en su momento. Para que no haya ninguna duda: no hubo ninguna fiesta ni la presencia de bebidas alcohólicas. Lo único que es cierto es que yo me tomé una medicación para poder dormir, una sustancia que en ningún caso es dopante", apuntó el ciclista.
Negó, en este sentido, ser adicto a las pastillas y que las siga tomando. "Ya me he realizado varias pruebas médicas, con exhaustivos test. Y el resultado es claro: no hay rastros de estas sustancias para dormir en mi orina. Es más, me muestro totalmente abierto a someterme a más test para demostrar que no soy adicto a ningún tipo de medicación", aportó.
Además, explicó el por qué de tal ingesta. "He vivido el año más duro de mi vida. Me ha tocado hacer frente a una separación difícil y a lamentar la muerte de mi tío por accidente laboral, un familiar que fue clave en mi desarrollo como ciclista y como persona y que nos dejó con sólo 43 años de edad. Debido a todos estos problemas de índole personal, conciliar el sueño no fue nada fácil y tuve que recurrir de forma puntual y equivocada a esta medicación para descansar bien", argumentó.
"Me muestro muy arrepentido por la decisión que tomé en su día. Lamentablemente a día de hoy, y con la temporada empezada, me encuentro sin equipo y también necesito expresar públicamente mi deseo de seguir compitiendo al máximo nivel. En la vida nunca hay que darse por vencido y espero tener la oportunidad de volver a competir lo antes posible", auguró.
Lobato aseguró que lo único que pide es una oportunidad para correr. "Llevo entrenando muy fuerte estos meses para poder encontrar de nuevo un equipo y volver a disfrutar de este deporte. Las sensaciones son excelentes y gracias al ciclismo he recuperado la sonrisa y he conseguido superar todas las dificultades en 2017. En ese camino de recuperación, sólo me falta un último paso: volver a ponerme un maillot y un culotte y poder competir", concluyó.