VALÈNCIA. Rubén Baraja, héroe del doblete, se ha comprometido a vigorizar al Valencia CF (VCF), enclenque por el desgaste del gobierno de Peter Lim, que conduce al club del murciélago por un terraplén, camino de segunda división, si no se acciona el freno de emergencia a tiempo. Su tarea, como la de Hércules, consiste en realizar 12 trabajos que, caso de conseguir éxito, auparán al equipo a escapar de la zona de descenso. Baraja y Marchena, dos tipos con un carácter fuerte, están ante un reto de altura en Mestalla. Un desafío que catapultará sus carreras de entrenador.
En una situación límite ya no hay tiempo que perder pese a que todavía resten 17 jornadas de liga por disputarse. Baraja y Carlos Marchena hablaron este jueves en su primera sesión de entrenamiento con la plantilla y, al estilo de aquel "míreme a los ojitos" de Luis Aragonés a Romario, no tardarán en conocer qué jugadores están comprometidos. A esa charla se van a suceder otras, con el grupo, con los capitanes y a título individual con determinados futbolistas que los técnicos entienden que tienen que ser más importantes. "A mí no me van a engañar; yo las he vivido de todos los colores", dijo Baraja hace unas fechas en el programa Veus FC de 99.9 Plaza Radio. El que no esté comprometido se quedará en el camino.
En un vestuario confuso por la deriva de la temporada que ha conducido a los futbolistas al fangal del descenso, Baraja, con el apoyo de los psicólogos del club, tiene que reforzar la confianza de los jugadores para que recuperen su mejor versión.
Baraja necesita que el capitán, hundido anímicamente tras el golpe del Athletic Club y golpeado con fuerza por la redes sociales tras la anécdota del final del partido ante la formación de Valverde, dirija al grupo con temperamento.
El brasileño, más preocupado en las críticas que en mejorar su nivel de juego, no está siendo el central de jerarquía que necesita el equipo para liderar al grupo desde el eje de zaga. Su temporada es muy floj,a cuando debería ser el guía para Diakha, Cömert y Cenk. Ese es el cometido de Baraja con el central, rescatarlo, que se olvide de los críticas y se centre en recuperar sus prestaciones.
El nivel de juego de Hugo Guillamón es preocupante. Llamado a ser clave en la salida de balón en el eje del centro el campo, el canterano, que vuelve al equipo tras su sanción, está en una espiral de confusión y comete errores en salida de balón y en el pase. Baraja debe definir si lo devuelve al eje de la defensa o lo mantiene en el centro del campo como '6'. Esa dualidad es beneficiosa para el grupo. Carlos Marchena, aunque era otro perfil de jugador, también la tenía. Si el juego de Guillamón vuelve a fluir, el equipo será más lineal.
Este es uno de los retos más delicados de Baraja. Con un equipo lleno de carencias en la medular, sin un '6' puro y falto de fortaleza en esa parcela, Ilaix debe dar un paso adelante. El futbolista del Leipzig FC, blando, relajado y ausente toda la temporada, tiene que espabilar. ¿Lo conseguirá Baraja?
A la hora de darle estabilidad al equipo, este necesita tener claro a qué va a jugar. Baraja tiene que exponer su idea de juego y adaptarla al contexto en el que se encuentra y a los jugadores de que dispone para armar su modelo de juego en el VCF; y dentro de este el sistema que utilizará el equipo en las cuatro fases del juego, si es que varía para la fase defensiva y la ofensiva. Por ejemplo, un 1-4-2-3-1 en fase ofensiva y un 1-4-4-2 en fase defensiva. El Pipo debe decidir si mantiene el 1-4-3-3 de Gattuso o si opta por otro sistema más defensivo como el 1-4-4-2 cuando esté replegado. Su visión de la plantilla lo llevará a escoger el que mejor se adapte al perfil de futbolistas de que dispone. Por ejemplo, si la mayoría de jugadores tienen un perfil ofensivo, el modelo de juego será ofensivo.
Lo dijo Miguel Ángel Ferrer 'Mista' en La Grada de Radioesport: “Lo primero que hará Rubén será cerrar la portería. Por eso se lleva a Carlos también. Ellos ya lo vivieron en 2008 y se erigieron como líderes”. El equipo ha encajado 26 goles, 12 en Mestalla y 14 lejos de la avenida de Suecia. Es el equipo que menos encaja de los diez últimos de la tabla, pero solo ha dejado su portería a cero en tres ocasiones este año en LaLiga y todas en Mestalla. Fuera de casa siempre encaja. Solo en Copa, en La Nucía y Gijón dejó a cero su portal.
El Valencia es, junto al RCD Espanyol y al Getafe CF con cinco derrotas, el equipo que más pierde como local. Solo el Elche CF está por detrás con seis. El Cádiz, por ejemplo, lleva tres derrotas, las mismas que la Real Sociedad. Hacer de Mestalla, como dice el tópico, un fortín, es una de las obligaciones de Baraja y Marchena para reflotar al equipo.
Otra misión delicada para Baraja y Marchena. Los doce millones empleados en ambos atacantes no se aprecian. Hugo Duro ha perdido la confianza que dan los minutos de juego y cuando aparece en el equipo su cabeza va más rápido que sus pies. Ha bajado su rendimiento. Gattuso solo lo utilizaba en punta cuando puede ser aprovechable en banda donde también lo utilizaba Bordalás. Baraja debe decidir cuál es el rol del getafense. En estos momentos la baja de Cavani deja el ataque del Valencia en manos de Duro y de Marcos André, a la espera de conocer el sistema de juego por el que se decanta Baraja y si va a jugar con un punta fijo y un segundo punta, o con dos delanteros. El brasileño no ha dado respuesta todavía a la inversión que se hizo en él hace año y medio, aunque eso no es cosa suya. Un 'hat-trick' ante los sub 21 del Leeds en un amistoso en Paterna no es suficiente.
A la espera del regreso de Nico, pautado todavía para finales de marzo o principios de abril, Baraja y Marchena, conocedores del oficio de mediocentro, tienen que ingeniárselas para armar un centro del campo con Guillamón, Ilaix, Yunus y Almeida. La opción de Diakhaby como '6' parece remota y luego está la bala de emplear a Javi Guerra, el mediocentro del filial. Fortificar esa zona ayudará al sistema de contención del once, pero es una tarea complicada.
La plantilla del equipo ya es suficientemente joven como para añadir más muchachos al once. En todo caso, por ejemplo, Jesús Vázquez es un efectivo que no ha sido utilizado este curso ni por Gattuso ni en el corto tramo de Voro. En un momento embarullado en defensa, donde todos los centrales del equipo fallan, Mosquera podía tener opciones, también Facu, que acaba de proclamarse subcampeón del Sudamericano Sub-20. Javi Guerra también pide minutos, pero todos pecan de falta de experiencia y el entrenador tiene que tener valor para contar con ellos en una situación límite. Este jueves, en el primer entrenamiento de Baraja en Paterna los canteranos Fran Pérez, Mosquera, Javi Guerra, Pablo Gozálbez y Alberto Marí se ejercitaron con el primer equipo.