VALÈNCIA. Posiblemente, la 10K es la distancia más recurrente para los amantes del running: los devotos del atletismo vocacional pueden cubrir sus 10.000 metros en menos de 30 minutos (lo que supone correr a más de 20 kilómetros por hora), mientras que las personas que engrosan la cola del pelotón suelen terminar la prueba en una hora y media.
Y es que, si algo tienen las 10K, es que son asequibles para todo tipo de corredores, desde los más experimentados que quieren ir mejorando sus tiempos poco a poco, hasta aquellos y aquellas que practican este deporte con la única intención de divertirse, mantenerse en forma, sentirse más activo y llevar un estilo de vida más saludable.
Si estás pensando en unirte a la fiebre «maratoniana» o si ya has hecho del atletismo un hobby con el que superar nuevos retos, conviene que sepas cuáles son los beneficios de correr una 10K para tu cuerpo y para tu mente.
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Correr es uno de los deportes más practicados del mundo.
Los motivos por los que cada vez más personas deciden «calzarse las zapatillas» son muchos: se trata de una disciplina bastante accesible, muy fácil de adaptar a las condiciones físicas e inquietudes de cada persona, con la que podemos avanzar a nuestro ritmo y ver resultados en poco tiempo, y gracias a la cual es posible alcanzar nuevas metas acudiendo a las múltiples carreras populares que se celebran en muchos pueblos y ciudades.
Entre sus beneficios para la salud, destacamos:
Correr ayuda a fortalecer músculos y huesos.
De hecho, los corredores de distancias como la 10K tienen, con el tiempo, más densidad ósea y acumulan más calcio en el cuerpo.
Además, desarrollar el tren inferior (gemelos y piernas) permite que tu aparato locomotor funcione mejor para proteger todos los órganos del cuerpo, consiguiendo que el número de vasos sanguíneos en los músculos crezca y reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes tipo 2.
En todo caso, antes de practicar este deporte, conviene consultar al médico, especialmente si has tenido lesiones musculares y roturas de hueso, o si sufres enfermedades como la osteoporosis.
Correr supone un esfuerzo a nivel cardiovascular: los primeros días, notarás que el corazón y los pulmones «se salen por la boca», y eso puede hacer que dejes tu objetivo de lado.
Sin embargo, ambos órganos pueden ganar mucha resistencia, y poco a poco se adaptarán a tu nueva rutina deportiva.
Por supuesto, es importante comenzar a correr poco a poco, cubriendo distancias cortas y aumentando la intensidad progresivamente, pero, con el tiempo, tu corazón bombeará cada vez con menos esfuerzo y habrá mejor riego sanguíneo que mejorará tu capacidad de inhalación y exhalación.
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¡Sí! Practicar deportes como el running regularmente y correr distancias como la 10K te ayudará a tener un sistema inmune fortalecido y a prevenir enfermedades infecciosas, resfriados o gripes.
Y, por supuesto, controlarás el colesterol malo, la presión arterial y el peso, a la vez que reduces el riesgo de trombosis y enfermedades coronarias, hepáticas o renales.
Llevar un estilo de vida saludable repercute en nuestro cuerpo, pero también en nuestra mente: después de correr una buena carrera, ya sean 5, 10 o 20 kilómetros, te sentirás muy satisfecho por haber cumplido tu objetivo o superado un nuevo reto.
Practicar deporte en general y correr en particular segrega endorfinas, consideradas como «drogas naturales del bienestar» que reducen el dolor, nos hacen sentir más felices y controlan la producción de cortisol (conocida como hormona del estrés) para favorecer la relajación.
De hecho, correr de manera habitual disminuye el estrés y también ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.
Dormir bien es imprescindible para sentirnos bien y llevar una vida saludable.
Este es uno de los principales motivos por los que algunos expertos recomiendan salir a correr después de la jornada laboral: gracias a la segregación de endorfinas y a la producción de melatonina, estarás mucho más relajado antes de ir a la cama, conciliarás el sueño antes y tendrás un descanso más reparador.
¿Sabes que uno de los órganos más beneficiados por el deporte es el cerebro?
Es más: algunos estudios sugieren que todas las funciones cerebrales pueden mejorar saliendo a correr o a caminar unos minutos al día, y que esta práctica de manera continuada contribuye a crear nuevas conexiones neuronales en las áreas encargadas de la memoria y la cognición superior.
Despejar la mente también disminuye la sobrecarga de pensamientos y agiliza la memoria.
Correr es «barato»: además de tu propia motivación, solo necesitas tener una equipación correcta y unas zapatillas adecuadas, sin invertir una gran cantidad de dinero en máquinas o instalaciones.
No se trata de un beneficio fisiológico, pero gastar menos dinero te ayudará a ahorrar y, quizá, a sentirte menos preocupado.
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Preparar una 10K como la de Valencia puede ayudarte a conocer a otras personas amantes de este deporte.
Porque, aunque a muchos corredores les gusta entrenar solos o con sus auriculares, otros prefieren hacerlo en compañía o apuntarse a un club de atletismo para sentirse más motivados, aumentar su ritmo, asumir nuevos desafíos o compartir consejos e inquietudes antes de preparar una prueba.
Muchos corredores y corredoras coinciden en que este tipo de deporte despeja la mente y te libera de responsabilidades: al menos durante el tiempo que dure cada entrenamiento o cada carrera, solo tienes que preocuparte del recorrido, de llegar a tu destino o de cruzar la meta de tu 10K en el menor tiempo posible.