VALÈNCIA. Un cambio en el banquillo y ninguna mejoría. Voro se devana los sesos buscando salidas al laberinto en el que se encuentra el equipo: "Me esfuerzo en buscar soluciones para el equipo a través del trabajo. El club me dio la confianza de sacar al equipo de esta situación, pero son pocos días". No deja de ser verdad que hasta el encuentro de Montilivi, el Valencia CF a las órdenes de Voro había completado un máximo de cinco sesiones de trabajo con cuatro de ellas en pre y post partido, con la merma de tiempo para trabajar nuevas ideas que ello supone. Lo bien cierto es que siendo Voro un técnico al que le gusta comenzar desde un trabajo continuista con respecto a su predecesor, sí se han visto algunas modificaciones que, desafortunadamente, no se han traducido en una mejoría.
Desde la llegada del técnico valenciano al banquillo, el Valencia CF ha dejado de ir a campo rival para presionar al equipo contrario. Contra el Real Madrid y ante el Girona, Voro volvió a confiar en el trabajo de Hugo Guillamón en la posición de pivote para ayudar a contener al equipo contrario en lugar de tener un lanzador de juego como principal argumento en el funcionamiento del grupo.
Los resultados no han variado, ni a mejor ni a peor. La derrota ante el Girona fue por la mínima (como el resto de partidos perdidos de la temporada) y ante el Real Madrid en el Bernabéu, el 2-0 fue la derrota más abultada de la temporada.
Pese a que los marcadores en contra nunca son abultados (un gol de diferencia salvo el partido ante el Madrid) la realidad te dice que Mamrmardashvili ha evitado en esos dos encuentros (como en tantos otros de la era Gattuso) goleadas que hubieran supuesto un sonrojo mucho mayor. Además la búsqueda de una mayor eficacia defensiva ha supuesto una merma en el caudal ofensivo del equipo al cual se acogió en determinadas fases de la era Gattuso. Con Voro dos partidos y 180 minutos de sequía.
El 4-3-3 de Gattuso ya es historia. Ante el Real Madrid, Voro alineó un 4-2-3-1 con Guillamón y Almeida en el doble pivote y Almeida y Lino en las bandas y Yunus por detrás de Cavani en la media punta para sacar partido a la velocidad del norteamericano. El resultado fue dantesco con cero tiros entre los tres palos de la portería de Thibaut Courtois.
Ante el Girona el 4-2-3-1 pasó a 4-4-2, manteniendo a Guillamón y Almeida en el centro pero ubicando a Yunus en banda derecha y a Lato en la izquierda con Lino acompañando a Cavani. Pese a que el resultado no fue tan pobre como en el Bernabeu, exceptuando una llegada de Yunus en la primera mitad, y otra con llegada desde la izquierda de Lato cuyo centro chut no aprovechó Lino, el bagaje ofensivo del equipo continuó dejando muestras de ser muy insuficiente para voltear
Es la principal novedad táctica aportada por Voro. De actuar en la zona diestra del trivote en el esquema de Gennaro Gattuso, a actuar más cerca de Cavani para aprovechar su despliegue físico. Su explosividad y dinamismo a la hora de romper líneas rivales era su credencial a la hora de ser reubicado por detrás del charrúa. Sin embargo la falta de respuesta ofensiva en el Bernabeu envió al norteamericano en la banda diestra para el partido de Montilivi. Aún así, se movió en ocasiones por el centro, y siempre lo hizo cerca de los delanteros como se pudo observar en la oportunidad más clara del equipo en tierras catalanas con un mano a mano que acabó desbaratando el guardameta local Gazzaniga.
Las cifras del ataque en los últimos dos encuentros son alarmantes. Cero goles en 180 minutos con cuatro lanzamientos entre los tres palos en ambos partidos (los cuatro realizados en el partido de Girona). Cavani ha estado desasistido e incómodo. De hecho, ha acabado cayendo a banda lejos del área que es su hábitat natural. Las aportaciones de Hugo Duro y Marcos André tampoca han sumado en demasía. A todo ello hay que añadir el descenso en el rendimiento de Samuel Lino. El brasileño, el jugador más decisivo en clave valencianista en el ataque de la primera vuelta, lleva varios partidos desparecido a mucha distancia del futbolista que apuntó fuerte en las primeras jornadas.