VALÈNCIA. Los mundiales de fútbol llegan a Rusia por primera vez en la historia. El mundial de estadios imponentes, de las victorias de Croacia en las prórrogas, del estreno de la cuarta sustitución en las prórrogas, de los goles de Griezmann, de la Francia de Deschamps, del magisterio sobre el campo de Luka Modric y sobre todo, el mundial del VAR. El video arbitraje llegó para quedarse y cambiar para siempre el fútbol. Nada volvería a ser lo mismo desde que Andrés Cunha, colegiado uruguayo señalara en el Kazan Arena y en el minuto 56 a instancias del VAR un penalti en el Francia-Australia. Desde entonces hay un nuevo invitado en la fiesta del fútbol, aunque todavía muchos nos preguntemos cómo funciona.
1-Llega el VAR
El fútbol ha cambiado definitivamente y mucho más desde la implantación del video arbitraje. La gran novedad para el mundial del 2018 fue la llegada del VAR.
El presidente de FIFA, Gianni Infantino anunció en Bogotá el 16 de marzo de 2018 la llegada del video arbitraje
y su puesta en marcha para el mundial de Rusia a celebrarse ese mismo año. La gran idea que sustentaba esta medida fue: "Sin video arbitraje, un colegiado comete un error grave cada 3 partidos. Con VAR será un error cada 19 encuentros".
Recordemos que el mecanismo consistiría en una sala en la que otro equipo arbitral estaría mirando una serie de monitores que serían resultantes de la realización de la retransmisión del encuentro, y que ese equipo podría asesorar al colegiado, bien llamándole la atención sobre alguna jugada que se le hubiera podido escapar, bien sobre alguna consulta que le realice desde su intercomunicador el colegiado que se encuentre sobre el césped. Además, el colegiado de campo dispondrá de una pantalla en la zona central de la banda (cercana a la bocana de acceso al túnel de vestuarios) en la que chequear las imágenes de la jugada que quiera revisar.
La primera intervención oficial del VAR ocurrió el 16 de junio, en el tercer día de campeonato y quinto encuentro de la fase final. En el minuto 56, el colegiado uruguayo Andrés Cunha consultó en el minuto 56 y con 0-0, un penalty por derribo del australiano Risdon al francés Antoine Griezmann. La primera acción ya fue ciertamente controvertida tanto por la posición en la que se cometió la infracción (al límite de la línea del área), como por la intensidad del contacto. El mismo Griezmann no desaprovechó la oportunidad para transformar desde los 11 metros y adelantar al once del gallo y darle oficialidad en forma de gol a la primera intervención del VAR.
Se repitió hasta la saciedad los 4 supuestos en los que el VAR podía intervenir en los partidos: goles, penaltis, tarjetas rojas o error de identidad. A día de hoy su aplicación es tan desigual como desprovista de criterio de unificación, y en muchas ocasiones aumenta la sensación de arbitrariedad y de diferencia de criterio hacia los grandes en detrimento de los débiles, en lugar de todo lo contrario.
Recordar que aquel mundial finalizó con 29 penaltis señalados, la cifra más alta jamás señalada en un mundial con mucha diferencia, ya que la segunda fueron los 18 señalados en Corea-Japón 2002, Francia 98 e Italia 90.
A día de hoy muchos nos seguimos preguntando si este nuevo juego resultante de mirar con lupa cada jugada a cámara lenta es mejor que el fútbol de toda la vida. Porque decisiones incomprensibles e intervención del VAR según el criterio de cada cual sigue existiendo en cada encuentro.
2-Lopetegui despedido en Rusia
Desde que España consiguiera su única Copa del Mundo en Sudáfrica 2010 (y hasta el comienzo de Catar 2022) , continúa buscando volver a la senda del éxito sin conseguirlo. La participación en el mundial de Brasil 2014 fue un absoluto fracaso y tras caer goleada ante Holanda y derrota ante Chile, quedó eliminada ganando el tercer, último e intrascendente encuentro ante Australia. No pasó de la primera fase.
Tras el siguiente batacazo, que llegó en la Euro de 2016, el entonces presidente de la RFEF, Ángel María Villar (un año más tarde detenido y encarcelado por corrupción), decide dar por acabado el tiempo de Vicente Del Bosque al frente del equipo nacional. Su sustituto, un hombre con relativo éxito en el fútbol portugués pero sin recorrido en España (Rayo y y Real Madrid Castilla): Julen Lopetegui.
Comienza con buen pie y dando al equipo español la continuidad en los conceptos de fútbol combinativo que les llevaron a los triunfos de 2008 a 2012. La clasificación para Rusia 2018 fue ganada con suficiencia y por pleno derecho con buenos resultados y juego más que aceptable. Nada hacía prever el tormentón que se le vendría a la selección en los días previos al mundial.
Contextualicemos. Tras la detención de Ángel María Villar, se producen elecciones a la RFEF que gana Luis Manuel Rubiales, un discreto ex futbolista que saltó a la fama a nivel de gestión al ser el presidente de AFE desde 2010 a 2018.
A la llegada de Rubiales a la RFEF se producen ciertas reticencias porque se encuentra con un seleccionador que él no había escogido, pero pese a ello le mantiene en el cargo, le da su apoyo público y hasta le renueva el contrato antes de la llegada al mundial de Rusia, con duración hasta el 30 de junio de 2020.
Sin embargo todo explota el 12 de junio de 2018 con el equipo ya concentrado en Rusia. El Real Madrid que buscaba entrenador tras la renuncia de Zinedine Zidane, contrata a espaldas de la RFEF a Lopetegui y lo anuncia a dos días del debut contra Portugal.
Más allá de la imagen actual de la RFEF y de su presidente, la realidad marca que Lopetegui se escondió de las llamadas de Rubiales el día anterior cuando el rumor llegó a presidente de la RFEF y no quiso contestar a sus preguntas sobre si los rumores de su fichaje por el Madrid eran ciertos.
Tras unas horas muy intensas, Rubiales y su junta directiva deciden cortar por lo sano y destituir a Lopetegui a 48 horas del debut en la competición: "Nos hemos visto obligados a prescindir de Lopetegui", dijo el presidente de la Española, quien no dudó de hablar de las formas empleadas por el seleccionador: "Es un profesional integro, pero las formas no han sido las correctas. No podemos permanecer al margen de las negociaciones de uno de sus trabajadores y mirar para otro lado".
Por encima de otras consideraciones, se trató desde luego de una acción insólita porque jamás un seleccionador con contrato en vigor (y recién renovado) es anunciado como entrenador de club a dos días de participar en el torneo. La acción era injustificable.
Pese a que su segundo era Albert Celades, la falta de confianza en el catalán llevó a la RFEF a nombrar seleccionador interino durante el mundial a Fernando Hierro (director técnico de la selección) quien pasó por el cargo con más pena que gloria. Ganó un sólo partido (1-0 ante Irán) en el Torneo y empató ante Marruecos y Portugal.
Aún así fue primera de grupo y se enfrentó en octavos contra la anfitriona Rusia en la que cayó por penaltis. El juego de la selección fue muy pobre. Con mucho toque en horizontal, pero si verticalidad. O como lo definió un comentarista argentino "campeones del mundo si se jugara sin porterías".
Ese escándalo se acabó llevando por delante también a Hierro tras el mundial, quien acabó rescindiendo su contrato dejando sitio a la llegada en el cargo de José Francisco Molina y del actual seleccionador, Luís Enrique al banquillo de España.
Por cierto, la aventura de Lopetegui en el Real Madrid le duró 4 meses. El 29 de octubre de 2018, Florentino Pérez lo echaba a la calle y colocaba en su sitio a Santiago Hernán Solari. Sin palabras.
3-La maldición del campeón
La gloria es efímera. Y si no que se lo cuenten a los tres últimos campeones del mundo que tras levantar la copa, pasaron fugazmente por el siguiente mundial sin superar si quiera la primera fase del campeonato.
Precisamente la maldición comenzó en Sudáfrica 2010. Allí acudió la selección italiana para defender el cetro conseguido brillantemente en Alemania 4 años atrás, y el batacazo fue estratosférico. Empate a 1 ante Paraguay en el primer partido, igualada a uno también en el segundo ante Nueva Zelanda y derrota 3-2 contra Eslovaquia en el tercero. Resultado, cuarta y eliminada con 2 puntos en el grupo F por detrás de Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda. Automáticamente después de la derrota 3-2 ante los eslovacos, Marcello Lippi anunció su renuncia al cargo de seleccionador nacional. Peor le ha ido a Italia en los dos últimos mundiales, en los que ni se ha clasificado.
En Brasil 2014 le tocó el turno a España. Los de Del Bosque llegaban a la cita carioca luciendo orgullosos la estrella en el pecho ganada brillantemente en la anterior cita, y también se fueron para casa a las primeras de cambio. Para comenzar el grupo B en el que estaba enclavada, sonrojante goleada precisamente ante su rival en la final de cuatro años antes, Holanda. Un 5-1 que dejó todas las carencias del fin de ciclo del equipo de Del Bosque al descubierto. En ese camino profundizó Chile que derrotó a los españoles por 2-0. El tercer e intrascendente partido sirvió para que España anotara una intrascendente victoria 3-0 ante Australia como homenaje final a Villa, Torres y Mata que anotaron sus últimos goles con la roja. Al final, tercera con 3 puntos por detras de las clasificadas Holanda con 9 y Chile con 6. Aún así, Del Bosque siguió hasta la Euro de 2016 en la que tampoco mejoró el rendimiento del equipo español ostensiblemente. A la hora de dar una continuidad a lo que había comenzado Luís Aragonés, Del Bosque fue la mejor opción posible. Pero cuando hablamos de un cambio generacional y una ruptura, el salmantino nunca en su carrera dominó ese tipo de registros.
La maldición la remató la mismísima Alemania; sí, sí, Alemania. La selección que aplastó y humilló a Brasil en su propia casa endosándole un 7-1 en 2014, llegó a Rusia 2018, jugó su fase de grupos y se marchó para casa con el rabo entre las piernas. Enclavada en el grupo F, el calvario teutón comenzó con una derrota 1-0 ante México, salvó los muebles milagrosamente 2-1 ante Suecia con un gol de Toni Kroos en el 95 para finalmente firmar la capitulación en la derrota por 2-0 ante Corea. Tercero en su grupo con 3 puntos por detrás de México y Suecia con 6 puntos, ni siquiera pudo batir a una Corea del Sur que llegó con remotísimas opciones al encuentro decisivo. Joachim Low, aguantó en su cargo hasta el final de la Eurocopa 2021 (tampoco le fue bien y cayó sin brillo en octavos ante Inglaterra), y fue sustituido por Hansi Flick.
Así que cuidado con la resaca de la gloria, que suele ser muy perniciosa. Y a las pruebas nos remitimos.
