VALÈNCIA. La actualidad y la rumorología sitúan al técnico en la ‘pole’ para suceder a Luis Enrique al frente de la Selección Española a partir de enero, pero Marcelino García Toral asegura vivir ajeno a todo ello, “relajado” y rodeado de los suyos en Gijón. Mientras aprovecha para hacer obras en casa y mejorar su inglés, el técnico del Valencia CF durante el año del Centenario no pierde ojo de las evoluciones de su exequipo.
En la primera mitad de la charla con el programa VEUS FÉ-CÉ de Plaza Podcast, Marcelino hace memoria de sus inicios como futbolista, su transición a los banquillos, el primer tren valencianista que pasó en 2008 –y en el que no se montó por un cambio en las condiciones- y la primera temporada al frente de un equipo que venía de dos años de depresión y al que transformó, en tiempo récord, en el cuarto de LaLiga y gran alternativa a los tres grandes.
“Estoy relajado, no podría ser de otra manera. Disfrutando cuando no trabajamos, disfrutando al máximo de familia, amigos y de mi tierra”
“Te puede decir que estoy mucho más feliz ahora que en la fecha aquella del 11 de septiembre, cuando recibí un palo duro, inesperado. Ha pasado de todo, sí. Momentos sin trabajar, otros en los que trabajamos y fuimos muy felices, y ahora de nuevo sin trabajar”
“El inglés lo llevo poco a poco. Peor de lo que me gustaría, pero a ver si base de constancia y esfuerzo somos capaces de mejorar”
“Muy agradecido, todos los reconocimientos me llenan de satisfacción. Os vais acordando de mí y lo agradezco mucho”
“Como jugador no tomaba demasiadas buenas decisiones al elegir opciones o equipos. Cuando me fui al Racing, el Burgos insistía mucho: bajamos con el Racing a Segunda B y el Burgos subió al Primera. Me fui al Levante… y bajamos a Segunda B, mientras que el Racing me había ofrecido cuatro años y subió de forma consecutiva a Segunda y a Primera. Como entrenador, parece que elegí mejor”
“Cuando Eloy (Olaya) me dijo que apostaba por mi como entrenador del primer equipo del Sporting de Gijón, le dije: ‘Te van a matar, ¿eh?’”
“Llegamos a un acuerdo definitivo. Tanto en la confección de plantilla como a nivel económico. Pero, una vez acordamos todo, se modificó aquello que habíamos pactado, sobre todo a nivel deportivo. El Valencia pasaba por una situación complicada, muy inestable. Cambiaba el criterio muy rápidamente. Había problemas económicos, a través de una auditoría se reflejaban pérdidas mayores de lo pensado. Habíamos pactado que ciertos jugadores serían transferibles, o unos en lugar de otros… Pero luego se nos dijo que todos los jugadores eran transferibles y que se necesitaba ingresar. ¡Luego no se fue ninguno! Pero vino un presidente, luego llegó otro… Mucha inestabilidad. Se me respetaba la parte económica, pero no lo pactado a nivel deportivo. Me parecía poco serio: si yo cedía en ese momento, tendría que ceder en cualquier otra circunstancia. Así que pensé que lo mejor era apartarme.”
“Recuerdo la cara de Llaneza y de Fernando padre e hijo nada más ficharnos… El primer fin de semana fuimos a jugar contra el Real Madrid Castilla. Y perdimos 5-0. Recuerdo ver sus caras al fondo de un pasillo largo al salir del vestuario, y pensaba: ‘Jolín, estarán pensando en para qué me traerían, si pudiesen me echarían otra vez’. Ese año sólo valía ascender, y lo logramos. Se dieron tres temporadas magníficas.”
“Tras dos reuniones, Mateu se reunió con el máximo accionista. Desde el punto de vista deportivo estaba todo hablado y, en lo económico, se llevó a cabo tras recibir la aprobación del propietario. ¿El objetivo que nos pusieron el primer año? Entrar en Europa.”
“No sólo fue el informe de Voro. Nosotros recogimos información y analizamos la plantilla. Para nosotros el valor humano es muy importante en un vestuario, no sólo el talento. Hay que convivir muchos meses y hay que saber respetar, jugar para un equipo y no para uno mismo. Expusimos conclusiones: había muchos puntos de vista coincidentes… y algunos diferentes. Sabíamos que teníamos que hacer un cambio profundo en la plantilla. Los rendimientos en las últimas dos temporadas eran de undécimo, duodécimo… Había que modificar las piezas. Formamos un equipo no muy extenso, algo justo, pero al no tener Europa iba a ser competitivo para luchar por los puestos altos de la tabla.”
“El riesgo fue calculado porque la mayoría de futbolistas que vinieron cedidos ya tenían experiencia en LaLiga. Conocían la competición y sabíamos cómo rendirían, además de conocer el idioma. Salvo Guedes y Pereira, los demás habían estado en equipos españoles. No te garantiza el rendimiento, pero sí la adaptación. A última hora pudimos incorporarlos a ellos dos en bandas, donde más ‘escasitos’ estábamos, y logramos un equipo súpercompetitivo.”
“Yo no hice nada, es todo mérito suyo. Hablamos con él, le dijimos que si quería irse no seríamos obstáculo. Pero si se quería quedar y lograr su máximo rendimiento, para nosotros sería imprescindible. Le dijimos: ‘Piénsatelo y tú decides’. Creo que ya el mismo día nos dijo que se quedaba, y nos dio una gran alegría. Dani, en su mejor versión, es capaz de mejorar a cualquier equipo de LaLiga. Cuando digo cualquiera, es cualquiera.”
“Cuando salió el calendario… no estábamos muy contentos. Era un calendario duro y complicado. Pero también fuimos al Bernabéu en la jornada 2 y nos empatan al final (2-2). Aquello aumentó la autoestima de los jugadores. Lo que más ayuda a un entrenador es que los jugadores sean buenos, y aquellos lo eran. Teníamos tres centrales muy buenos, Kondogbia estuvo muy bien su primera temporada, el fichaje de Coquelin en diciembre, las bandas, la primera vuelta de Zaza fue inmensa… Un equipo muy bueno, que jugaba bien, contraatacaba bien, defendía increíble, todos metidos en su trabajo.”
“Con Zaza no pasó nada. Nosotros queríamos otro perfil de delantero. Se lo expliqué. Con Zaza tengo muy buena relación. De hecho, al final de esa temporada tuve con él una de las conversaciones más emotivas que he tenido con un jugador. Se sentía muy identificado, le costó muchísimo irse de Valencia. No quiero mentir a los futbolistas. Estaba en la obligación, por cómo se había portado conmigo como persona, por el rendimiento que había dado, de decirle cuál era su situación real para la próxima temporada. Tuvimos una conversación emotiva, llena de sinceridad. Recuerdo que, cuando me destituyeron, me mandó un mensaje muy, muy cariñoso. Es muy buen tío, un tío de mucho carácter pero con un corazón muy grande.”
“Creo que con Nacho siempre tuve un comportamiento correcto. Y tengo la sensación de que él piensa lo mismo. Mi ánimo era el de decir que, en ese momento, había otros que estaban mejor. Él había tenido oportunidades, es un chaval excepcional y un auténtico crack en lo personal. Mi relación en el día a día con él era cercana, respetuosa en las correcciones en el entrenamiento, como uno más. Cuando vi que la frase había generado cierto revuelo, afronté el ir a hablar con él y explicarle la situación. Lo hice porque de corazón pensaba así.”
“La experiencia me ha dicho que es mejor insistir en lo que uno cree como entrenador que cambiar. Mantener la regularidad durante diez meses es difícil. Hay que ser consecuente con la propuesta y con lo que uno trabaja.”
“Yo conocía a Pablo, pero no le llevé al Valencia. Lo llevó Mateu. Recuerdo, y ahora lo puedo decir, que fue Mateu quien me lo contó y Pablo no me había dicho nada. Fui el último en enterarme de esto, por las dos partes. Una vez vino, yo encantado, porque me parece un excelente profesional. Me sorprende mucho verle de presidente en el Marsella, no me lo esperaba.”
“Hizo fichajes buenísimos, conoce mucho los jóvenes de todo el mundo y su situación. Tiene memoria privilegiada y es muy ordenado. Lo de Yunus estaba claro; creo que habría debutado conmigo si hubiese seguido aquella temporada, porque ya entrenaba con el primer equipo y lo hacía a buen nivel. Entre nosotros lo decíamos, que antes de diciembre ya debutaría y no para ponerlo diez minutos y desaparecer, sino para introducirlo en dinámica constante de primer equipo.”
“No sé por qué se me achaca que no confiaba en ellos… Ferran debutó conmigo. Cuando me echan llevábamos tres partidos y había jugado dos de titular. Ferran adelantó el proceso porque, la temporada que se me destituye, jugó muchos minutos. Ahora Kang In apunta al futbolista que prometía porque está jugando de forma continuada en el Mallorca, es titular domingo sí, domingo también. Para esos chicos es importante competir de forma regular. Nuestro Valencia estaba a un nivel muy alto, dos años en Champions y consolidado. El ejemplo: Silva salió cedido al Eibar, pero no volvió al Valencia; se fue al Celta y, al tercer año, ya fue uno de los mejores jugadores del Valencia. Puedo estar equivocado, pero es mi opinión: si el equipo puede ofrecer los minutos, los chavales deben jugar; pero si no es el caso, deben salir para asegurar el crecimiento para luego, y con la mayor brevedad posible, disfrutar de ese futbolista que va a ser muy bueno. ¿Más continuidad conmigo? Es muy probable que hubiesen tenido más minutos, sí. Ferran por supuesto que hubiese jugado más en la 19-20”
“Creo en Dios igual, era creyente y sigo siendo creyente. Se pasa mal por mi madre y mi mujer. Me dolía mucho el cuello, pero me podía mover; los bomberos tardaron hora y media en sacar a mi madre del coche. Ella y mi mujer tuvieron más lesiones que yo. Tienes la incertidumbre siempre. Salvaste la vida y, por suerte, vimos que no habría secuelas importantes. Pero sí, pensamos que se acababa todo.”
“El trato era cordial. Muy cordial. Hablábamos en inglés, era un trato muy amable. El segundo año fue más y mejor por nuestra parte. ¿La inversión? No era algo en lo que yo participara. Mateu Alemany tenía la relación con Peter Lim a través de Anil. Ellos establecían los parámetros económicos para la plantilla. Cuerpo técnico, Mateu, Pablo y yo marcábamos las necesidades deportivas a cubrir y para mejorar, y en base a la inversión que se podía hacer, buscábamos futbolistas que entrasen en ese perfil.”