Y en medio de este proceso tan ilusionante en lo deportivo, la semana pasada, se dio el pistoletazo de salida a los actos del Centenario con un acto que - a mi particularmente- me supo a poco...
VALÈNCIA. Con la salida de Luís Nani queda totalmente completada la “operación limpieza” que Marcelino estableció como absolutamente necesaria cuando se hizo cargo del equipo. Con la marcha del portugués queda erradicado del vestuario aquel germen nocivo que no sólo dificultaba el crecimiento deportivo del equipo sino que extendía cual metástasis el clima acomodaticio y auto compasivo que terminó haciéndose fuerte en el vestuario y que el nuevo entrenador necesitaba desinfectar para inocular el espíritu nuevo que tan buenos resultados ha proporcionado en la última campaña. Y el valencianismo anda encantado con ello como lo está con la operatividad demostrada por Mateu Alemany a la hora de recomponer la plantilla para hacer frente a lo que viene con garantías. Cierto es que en el proceloso mundo del fútbol nadie puede garantizar absolutamente nada pero ya supone, de por sí, una importante garantía contar con ejecutivos diligentes donde antes había reinado la nada más absoluta.
Y en medio de este proceso tan ilusionante en lo deportivo, la semana pasada, se dio el pistoletazo de salida a los actos del Centenario con un acto que - a mi particularmente- me supo a poco. Más allá del ímprobo esfuerzo de todos quienes, en el Club, dedicaron horas de trabajo a conseguir que todo se produjera como estaba previsto y de, por ejemplo, de la idoneidad del conductor del mismo. Es , precisamente, lo previsto lo que me supo a poco. Es evidente que el Presidente sí va -aunque sea muy lentamente- tomando conciencia de lo importante que puede llegar a ser la ‘memoria histórica valencianista’ y de la propia celebración del Centenario para el aficionado pero, desde mi humilde punto de vista, la conmemoración de cien años de historia de la entidad civil más importante de la Comunidad Valenciana debe aspirar a lo máximo y no cumplimentarlo como un trámite administrativo más. Me encanta la camiseta, me gusta la canción y algo menos el logotipo. Pero esas son cuestiones absolutamente subjetivas. Me encantó encontrarme allí a importantes glorias del valencianismo cuya presencia estaba absolutamente justificada pero faltaban tantos... Con Mundial o sin Mundial en marcha en el Palau de les Arts eché de menos a Mario Alberto Kempes , a Claudio López, a Mendieta, a Baraja, a Cañizares, a Fernando, a Villa y... a muchos futbolistas más que son parte incuestionable de la historia del Club. Eché de menos a Héctor Cúper, a Claudio Ranieri y a Rafa Benítez. Eché de menos a todos los expresidentes que están vivos y que deberían haber acompañado en el palco al actual Presidente y -por qué no- al máximo accionista que tampoco acudió. Eché de menos a los máximos representantes del Fútbol Español: la RFEF, la Liga... Eché de menos a los Presidentes de los demás Clubes de Fútbol de la Comunidad Valenciana y también a los principales representantes de nuestras instituciones: ni estaba el alcalde de la Ciudad ni el President de la Generalitat. En su ausencia acudió la ‘Vice’ que ,por momentos, creyó estar en un festival de rock estival y no representando a la Generalitat en un acto de gran envergadura.
Al fin y al cabo, es una cuestión de voluntad. Si una entidad tan importante como es el Valencia CF no contó con la presencia de todos los citados y los que me dejo en el tintero es, ni más ni menos, porque no lo considera del todo importante. Porque si, de verdad, lo considerase movería cielo y tierra para que allí no faltara nadie que haya pintado algo en la historia del Club... cueste lo que cueste.
Soy consciente de que lo que verdaderamente preocupa al aficionado hoy es que se fiche bien y que -cuanto menos- se repita el éxito de la última campaña pero una cosa no debe estar reñida con la otra. Son, obviamente, distintas maneras de ver las cosas y todas me parecen respetables pero, en un caso como este, entiendo que el profundo respeto a la Historia del Valencia Club de Fútbol debería estar por encima de todo y... no todos los días se pone la primera piedra de un Centenario.