VALÈNCIA. Mientras la matemática lo permita, el Levante exprimirá sus opciones por mantener la categoría con Alessio Lisci al mando de la nave. Al menos ese es el discurso público que emana de la entidad de Orriols. Sin embargo, la complicada realidad deportiva del club obliga a Felipe Miñambres a construir escenarios en Segunda División de cara a la próxima temporada. Con algunas renovaciones ya atajadas -como la recién anunciada de Dani Cárdenas o Aitor Fernández-, y otras por solucionar -la de Pepelu, principalmente-, quedan en el horizonte futuros como, precisamente, el del entrenador.
Para el director deportivo granota cobra importancia la figura de un técnico a la hora de elaborar una plantilla, tal y como comentó en una entrevista en este diario: "Lo normal es que al fichar hables con el entrenador de los jugadores que vas a fichar, aunque también hay momentos en que hay que hacer fichajes 'de club'. No en todo puede influir el entrenador porque desgraciadamente es una figura inestable en los clubes", comentó el ejecutivo leonés. Alessio acaba contrato este próximo verano y su futuro está todavía por tratar, aunque el posible descenso apunta al movimiento en el banquillo de Orriols. Más con la reciente destitución en Mallorca de un Luis García Plaza invitado al baile de nombres en la pizarra.
"Por encima de todo está salvarnos, lo demás puede esperar, también las renovaciones de los jugadores y la del entrenador. De cualquiera. Todo tiene un valor menor para el club que la permanencia", dijo Miñambres antes de que el Levante cayera el pasado sábado frente a Osasuna y quedara a 8 puntos de la decimoséptima plaza, con 27 por disputar. En cualquier caso, la nueva derrota no cambia excesivamente los planes a este efecto: el terreno en la categoría de plata se tantea, antes y después de Pamplona, en los despachos del Ciutat de València.
Y es que el inquilino definitivo del banquillo levantinista en la 22/23 es, seguramente, el foco principal de la edificación del proyecto que viene, máxime cuando más de una decena de futbolistas podrían abandonar la entidad a final de temporada una vez consumado el hipotético descenso. Y, sobre todo, es relevante en el planteamiento de la plantilla de la que se dispondrá. En este sentido, asegura Miñambres que le ha pasado "de todo": desde entrenadores con alta intervención en matera deportiva a otros más "despreocupados". "He tenido técnicos como Paco Jémez con los que apenas hablaba de fichajes; me decía unas características y yo se los pasaba para que los viese antes de negociar. Otros han intervenido conmigo más directamente, y es normal porque habitualmente tienen un conocimiento mayor", matizó el astorgano en PlazaDeportiva.com.
Felipe Miñambres ha tratado con multitud de técnicos. No solo Paco Jémez, sino también otros como Coudet o Berizzo, en el Celta, así como el valenciano Fran Escribà. Con el ex del Elche guarda un episodio de confrontación en Vigo. El ahora ejecutivo levantinista tuvo que ser claro con su técnico cuando este, en agosto de 2019 y con La Liga recién comenzada, se quejó de la falta de fichajes: "La apuesta de la cantera por el club es bonita, pero nos limita", dijo el preparador valenciano en el mismo mercado en que los gallegos habían reclutado a Santi Mina -en la operación de salida de Maxi Gómez al Valencia-, Denis Suárez o, algo más tarde, Rafinha. Miñambres valoró esas palabras días después: "No fue su mejor rueda de prensa, podemos tener limitaciones en forma de lesiones o porque nos falten fichajes, pero la cantera lo que hace es ayudar", retrucó. Tal anécdota puede incluso arrojar luz sobre el próximo modus operandi de Felipe Miñambres en otros frentes, como el de la importancia de las figuras de cantera que se prevén clave en el futuro del Levante a corto plazo.
Lo cierto es que, a pesar de que el equipo ha vuelto a caer en una mala dinámica tras sacar uno de los últimos nueve puntos ligueros, la llegada de Miñambres coincidió con una reacción del vestuario, tanto a nivel de sensaciones, como de juego, como, a la postre, de resultados. Es el llamado 'efecto Miñambres' iniciado hace mes y medio: "Los periodistas tratáis de poner frases que lo engloben todo, pero la realidad es que sin materia prima las cosas no funcionan. El cambio de dinámica fue cosa del cuerpo técnico y de los jugadores, son ellos los que pueden cambiar el rumbo", subrayó.
"He estado en situaciones parecidas a esta y yo trato de ayudar", comentó en relación a su impacto en el vestuario del Levante y su labor junto a Alessio dada la complicada tesitura deportiva: "Yo hago las cosas para mejorar situaciones, no por traer otro jugador, ni otro entrenador, ni otro preparador físico. Mi aportación es mínima para lo que se ve reflejado en el terreno de juego".