Multa de 3001 euros y prohibición de acceso por 6 meses a un espectador del partido Elche-Real Betis

ALICANTE. El Elche-Real Betis de la jornada 23 en LaLiga Santander le va a salir caro a uno de los 20.643 espectadores que asistieron al mismo.

Lo anterior después de que la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte haya propuesto a la Subdelegación del Gobierno en Alicante sancionarle con multa de 3001 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un periodo de 6 meses "por arrojar una botella llena de líquido hacia la zona del terreno de juego donde se encontraban los jugadores visitantes". 

Ese choque entre franjiverdes y verdiblancos estuvo presidido por el enfado mayúsculo de los aficionados locales por las más que discutibles decisiones adoptadas por el árbitro pontedeumés Javier Iglesias Villanueva sobre el césped y su colega Santiago Jaime Latre en Las Rozas (el árbitro oscense estaba al frente del videoarbitraje) y los gestos hacia la grada de alguno de los futbolistas visitantes, concretamente del meta Claudio Bravo. 

Los tres penaltis señalados a favor del Real Betis y la tres expulsiones de futbolistas franjiverdes (decisiones cuestionables en la mayoría de los casos), enervaron los ánimos, profiriendo la grada local gritos de "invasión" y de "corrupción en la Federación" y reclamando por medio de un tuit el Elche respeto al colectivo arbitral.

El aficionado sancionado fue identificado por los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía desplazados al estadio Martínez Valero. Estos también identificaron (a petición del árbitro Iglesias Villanueva) a Sergio Mantecón, Pedro Schinocca y Christian Bragarnik por su participación en el tumulto que se organizó sobre el verde y en el túnel de vestuarios a la finalización del choque, siendo sancionados por el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol. Hasta este organismo federativo y a la Comisión Antiviolencia llegó también una denuncia de LaLiga que recogía los cánticos proferidos por un sector de los aficionados locales (contra el árbitro y el citado portero del Betis), pero también de los hinchas visitantes (hacia el entonces técnico franjiverde Pablo Machín).