VALÈNCIA. El entrenador del Levante, Juan Ramón López Muñiz, aseguró este miércoles que afronta el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey de mañana jueves ante el Espanyol como "si fuéramos cero a cero" y añadió que a pesar de que tienen la ventaja del 2-1 de la ida "no está nada hecho".
"Nosotros lo enfocamos como un partido que está igualado, porque viene un buen equipo y con potencial ofensivo y que no está nada hecho. Confianza ninguna porque no está el trabajo hecho", dijo Muñiz en la rueda de prensa posterior al entrenamiento del equipo.
El técnico del Levante explicó que la clave del partido puede ser la necesidad de su rival por marcar.
"Será similar a lo que hemos vivido en su estadio, será un partido igualado y los dos intentaremos adelantarnos en el marcador. Ellos tienen que hacer goles y jugar más en nuestro campo y nosotros tenemos que leer bien el partido", comentó.
Muñiz subrayó la importancia de continuar en la Copa del Rey y acceder a los cuartos de final porque competir entre semana le viene "francamente bien" para que todos los jugadores de la plantilla tengan el mejor ritmo de competición posible.
"Lo que nos queda en Liga es muy duro y largo y necesitamos que todos tengan minutos de competición y ritmo porque vamos a necesitar a los veintidós jugadores durante los meses", declaró.
Además, Muñiz, que desveló que tendrán que valorar la recuperación de Roger Martí dentro de quince días, confesó que no le preocupa la mala racha del equipo en Liga tras una victoria en los trece últimos partidos porque ve a sus futbolistas motivados.
"No me preocupa porque veo un equipo muy vivo, tengo ganas de que venga el siguiente entrenamiento. Ya estamos todos en funcionamiento y el barco se ha llenado de gente. Me voy contento a casa, me pone, estoy deseando que llegue el partido de mañana", finalizó.
El director deportivo del Levante dijo que se mantiene firme en que Juan Ramón López Muñiz es "un gran entrenador" pero confesó que su marcha se debe a que el equipo lleva "muchas jornadas sin ganar" y que necesitan "un cambio de rumbo"