VALÈNCIA. (EFE).- Bajo el sol de París, Rafa Nadal puso la primera piedra de la conquista de su decimocuarto Roland Garros, para totalizar 21 'grandes', al derrotar al australiano Alexei Popyrin por 6-3, 6-2 y 7-6 (3), en 2 horas y 23 minutos.
Tras un plácido inicio, el español se complicó el partido en la tercera manga, cuando cedió su saque y tuvo que levantar dos bolas de set, la segunda a punto de caramelo para su rival.
Pero no las aprovechó el ganador júnior de 2017, que probó la medicina de un Nadal que no deja escapar las oportunidades que se le presentan.
El español se medirá en segunda ronda contra el francés Richard Gasquet, que se deshizo de su compatriota Hugo Gaston, invitado por los organizadores, por 6-1, 6-4 y 6-2.
Hasta ese tránsito amargo, el partido había ido suave a favor del español. Sin demasiados quebraderos de cabeza, parecía que iba a ser plácida la 101 victoria de Nadal en su torneo favorito, frente a un rival que le puso mucha potencia a los golpes, pero poco más.
Popyrin, 63 del ránking a sus 21 años, llegaba con el trofeo de Singapur bajo el brazo, pero probó la rudeza del juego de Nadal en la central parisiense.
Apenas dejó espacios el español, muy concentrado, robusto como suele, con las condiciones a su favor, el sol bien alto en la tarde parisiense, calor -antes de la lluvia que se anuncia para los próximos días-, el contexto perfecto para que fluya su juego.
La mejor manera de ponerle freno a la velocidad de la bola que enviaba el australiano.
"Ha sido más difícil de lo que parece contra un gran rival, estoy muy contento de la victoria y de regresar a esta pista un año más", aseguró el español, sorprendido de la forma en la que se apuntó los dos primeros sets pese a la potencia de juego de su rival.
Hasta que llegó el bache y Nadal se vio contrarrestado, con su rival 5-2 arriba en el tercer set y su servicio para apuntarse la manga y aguar la fiesta del español.
Dos veces tuvo bola para hacerlo, pero las dos las dejó escapar, sobre todo la segunda, tras un magnífico servicio que Nadal restó con dificultad, un primer "smash" del australiano que de nuevo devolvió con problemas y el segundo, aun más claro, lo envió a la grada de la Philippe Chatrier.
Ahí se acabó el duelo, porque en la mente de Popyrin no quedó ánimo para seguir peleando y Nadal ya solo quería cerrar lo antes posible el trámite.
La segunda ronda vivirá el duelo 17 entre Nadal y Gasquet, dos tenistas de la misma generación a los que durante años prestaron una carrera paralela, pero que el tiempo ha demostrado muy diferente.
El francés nunca ha ganado al mallorquín, que lo superó en 2005 camino de su primer trofeo en París y de nuevo en 2018, cuando Nadal perseguía el undécimo.