/ OPINIÓN

No apto para cardíacos

25/05/2022 - 

VALÈNCIA. Semana intensa la que nos ha deparado el último tramo de temporada. Audios bochornosos, reuniones poco oportunas en Barcelona, una manifestación histórica y un partido intrascendente. En mi caso hay que añadirle un susto de salud y la llegada de un nuevo valencianista a la familia. Este Valencia CF nunca ha sido apto para cardíacos pero, por desgracia, lo que un día fue sufrir por ganar partidos, ahora es por sobrevivir en un día a día que siempre puede ser peor que el anterior.

Lo primero, ya me encuentro mucho mejor del susto que os di a todos en Paterna. Quiero pedir disculpas por no haber podido estar activo en el día a día, ni escribir esta columna la semana pasada, pero me era imposible porque a veces la vida te pone en situaciones que no te gustaría estar y, creedme, no he estado en condiciones ni tenía la cabeza ni el corazón en el sitio hasta esta semana. De hecho hago un paréntesis para escribir estas líneas antes de seguir mejorando. De ahí que me gustaría dar las gracias a todas las personas que se han preocupado por mi estado de salud que estoy seguro que volverá a la normalidad –o, al menos, la nueva normalidad como yo lo llamo-. En segundo lugar, también fui padre de un precioso valencianista llamado Máximo –para que veáis la semanita que llevo- y quería dar las gracias también a toda la gente que me ha mostrado su cariño y que apenas he podido atender. Pero vamos al lío, vamos al Valencia CF.

Desde la distancia, quería felicitar al valencianismo por la demostración de músculo, aguante y sentimiento que han demostrado estos días. No es fácil convivir con la cantidad de audios que salieron y, la mayoría de ellos, verdaderamente bochornosos. Y, sobre todo, también por la protesta el pasado sábado donde la afición vuelve a manifestar su rechazo a la actual gestión y exigiendo un respeto que siguen sin tener con el aficionado, quien vació Mestalla en una imagen que ya se ha convertido en historia. Creo que es una posición de fuerza, corazón y hartazgo que se repetirá tantas veces como sea necesario por parte de todos los colectivos valencianistas con el objetivo de buscar una solución a una situación límite.

Los audios de Super podrían dar para mil artículos, la verdad. Más que descubrir, lo que hacen es confirmar que Anil Murthy es el peor presidente que hemos visto en el Valencia CF. Así, tal cuál y con todo el respeto que quizás esos audios no tengan, confirmamos una vez más que no está capacitado para representar al Valencia CF. Por las formas, por el fondo y por todo lo que –probablemente- se haya quedado sin salir a la luz; esos audios son intolerables para un cargo de tal envergadura en una entidad centenaria. Desafortunado totalmente a todos los niveles. Se ha cargado de un plumazo todas las relaciones institucionales del Valencia CF produciendo aún mucho más desapego entre los diferentes estamentos en los que reina la desconfianza. Es difícil hacerlo peor en menos tiempo. Ni hecho a propósito. Opacando y tumbado los esfuerzos de muchos profesionales en el club a todos los niveles que, ahora mismo, deben estar con el corazón en un puño –sobre todo los que trabajan día a día con la plantilla-.

Porque en lo deportivo es todo una incógnita. No solo genera dudas con la renovación de Soler y Gayà sino que, para más inri, se presenta en Barcelona para una –en mi opinión- inoportuna reunión con el conjunto azulgrana. A pesar de que el año pasado realizaran una igual en Tortosa debido a que hay buena relación entre clubes, creo que no todo vale con el objetivo de cuadrar números. Es un ataque al corazón del valencianismo.

Es en estos momentos cuando echamos en falta una figura pública, un director general o un director deportivo que explique qué va a ocurrir a partir de ahora o qué va a pasar con los jugadores o el entrenador. Es lo que necesita gran parte de la afición, que le cuenten las cosas en una rueda de prensa en la que todos puedan expresar sus preguntas y hacer un careo con los responsables de la entidad pero, claro, eso sería demasiado pedir para un club que se encuentra ahora congelado.

Tal y como publicó ayer Plaza Deportiva, Murthy ha viajado a Singapur para reunirse con Peter Lim. Un cónclave que paraliza el club por un tiempo indeterminado y nos tiene en vilo a todos en base a lo que pueda salir de ahí. No tengo muchas esperanzas de que salgan cosas positivas de esa reunión ya que todo dependerá –como dijo Lim una vez- de cómo se levante ese día. Por eso, tengo bastante miedo a que tenga otra mala noche y la línea sea continuista –para mal- tomando decisiones que no reflejen el sentir de lo que la afición desea: En el mejor de los casos una salida del club o, en el peor de ellos, una profesionalización de la estructura con cambios en el organigrama para hacer un buen equipo. Ojalá me equivoque, pero no sé hasta qué punto es capaz de reprochar la actitud de un Murthy que, si no lo saca ahora, no lo hará jamás. Aunque le sobren motivos para hacerlo.

Sea como fuere ha sido una semana frenética e intensa con un Valencia CF en la UCI económica y deportiva tras su no clasificación a Europa. Semana no apta para cardíacos –si no que me lo digan a mí-. Pero la vida también te pone en tesituras en las que tienes que tomar decisiones, mejorar, cambiar de ciclo, cerrar etapas y decir adiós… yo estoy aprendiendo a hacerlo y a las pruebas espero remitirme en no mucho tiempo… ¿Por qué ellos no?

 Porque si algo sabemos aquí, por desgracia, es que cada día siempre puede ser peor que el anterior. Que si tenemos que palmar de un ataque al corazón, sea porque marcamos en el 90 y no porque cada día hay un nuevo escándalo. El Valencia CF no es apto para cardíacos

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