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No nos tomen por gilipo...

21/03/2023 - 

VALÈNCIA. El partido del Valencia CF en el Metropolitano, además de ser un excelente ejemplo de cómo amargarle las Fallas a miles de valencianos, fue toda una exhibición del catálogo de horrores con los que Peter Lim ha destruido el Valencia CF en los últimos 4 años.

Que hace ese tiempo se pudiera aspirar a disputarle la tercera plaza a los de Simeone en el campeonato y ahora seas un muñeco de trapo en manos del equipo colchonero demuestra cómo se ha sostenido un proyecto (pese al Covid, que parece ser que en Madrid también hubo pandemia) y cómo el pirata sin escrúpulos que tiene la mayoría de acciones del club ha destrozado el Valencia CF.

En la galería de los horrores del Metropolitano vimos la realidad de la plantilla (por favor, no vuelvan a hablarme de Europa, ni de plantilla mejorada respecto al año anterior, ni de proyecto mientras la calamidad singpuresense siga presente en nuestras vidas). Hablar de que la plantilla tiene 10 internacionales cuando 3 son sub 21, 2 más de Guinea, 1 de Georgia un turco y un estadounidense, es como vender que Osama Bin Laden era buena gente porque se paraba en los semáforos en rojo.

A este equipo le queda este año y a lo sumo el próximo. Porque ya sabemos que no habrá giro en la política deportiva (vender todo lo que se pueda y traer cedidos y niños) en palabras de la propia presidenta Layhoon: "No estoy de acuerdo en que una plantilla de bajo coste no pueda dar resultados deportivos. No solo se consigue con dinero". Y en cuanto a la consideración del máximo accionista sobre su propiedad, fue suficientemente claro en la entrevista del Financial Times de mayo del 2021: "Tener el Valencia CF ha sido increíblemente bueno para la hacer networking. Una vez estábamos cenando todos los dueños de clubes. Tienes jeques, reyes, mafia, negros, blancos y amarillos. Y estábamos discutiendo sobre '¿por qué compraste este club por tanto?' Éramos como niños. Este juego puede igualar todo". El juego que para Peter es el Valencia no le lleva a preocuparse lo más mínimo por él: "Me despierto, soy dueño de un equipo de fútbol y veo qué pasa. No es nada más". No tiene ningún tipo de respeto por el club: "No quiero menospreciar al club, pero tiene 102 años. ¿Nunca ha ganado la Champions League y querían ganarla a toda costa? No tiene sentido", ni por su gente: "Los aficionados me provocan algo de compasión, pero entre nosotros, entre amigos, solemos decir que las cosas más pequeñas te dan los dolores de cabeza más grandes".

Así que, asumiendo que -desgraciadamente para nosotros- pueden hacer con el club lo que les dé la gana, asumiendo que este es el negociete de Peter para llenarse el bolsillo hasta destruir el club, asumiendo su incompetencia, su arrogancia, su supremacismo, su sobrerbia y su mala educación, sólo me atreveré a formular un deseo en voz alta: no nos tomen por gilipollas.

Sean por una vez valientes en su vida y asuman lo que están haciendo, la voladura de 104 años de historia. No nos hablen nunca más de que aman a este club como nosotros, no nos sugieran que ustedes no olvidan que son un club de fútbol, que 1.000 días sin Europa son demasiados, que están cambiando, que vienen nuevos tiempos de transparencia (siguen los vetos) y de cercanía (la mayoría del valencianismo no les tocaría con un palo), dejen de echarle la culpa de todo a las protestas de la afición cuando tienen a los jugadores (los que han de sacar al equipo del descenso) cobrando con pagarés, dejen de hablarnos de Kiat Lim como el advenimiento del "Choosen one" que le dará la vuelta a todo como un calcetín. 

De verdad, ahórrense esa sarta de mentiras (sí, Layhoon, de mentiras. Y quien miente es una MENTIROSA). Su nuevo objetivo es construir un futbolín con los 80 millones de CVC y que Peter se llene el bolsillo con los beneficios del convenio del Ayuntamiento. Por eso les molesta tanto encontrar firmeza y oposición en ese apartado. Y por eso ya han dejado caer en determinados círculos de la ciudad que si hacen el estadio, el club se revalorizará y Peter escucharía ofertas para vender. Para eso volvió Layhoon a Valencia, el club importa una higa.

Ya que su objetivo es destruir la sociedad civil más importante de la Comunitat Valenciana porque dos desalmados le abrieron al zorro desde dentro la puerta del gallinero, tengan la dignidad y valentía que no han demostrado hasta ahora. Vayan de frente y no nos tomen por gilipollas; si no es mucho pedir, vamos.

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