No pido mucho

VALÈNCIA. El balón ya ha echado a rodar en esta pretemporada. El Valencia ha disputado sus primeros amistosos de cara a un curso futbolístico, en el que el objetivo será no volver a pasar los apuros clasificatorios del año pasado. Pocas conclusiones se pueden sacar de lo que hemos visto hasta la fecha. Todavía es muy pronto para emitir juicios certeros sobre las prestaciones del equipo. Hasta que no veamos la configuración definitiva de la  plantilla, el riesgo de equivocarnos será muy elevado. Sin embargo, y utilizando el símil automovilístico, sí que es cierto que ya podemos realizar un primer diagnóstico: a este motor le siguen faltando varias piezas clave.

Da alegría ver al Valencia plagado de chavales de la Escuela. Sobre todo por la ilusión y el ímpetu que los noveles ponen en cada acción del amistoso que disputan. Es lógico. Quieren convencer al entrenador y ganarse el puesto. En estos encuentros hemos visto a canteranos muy voluntariosos, no exentos de calidad, y que añaden ese plus de intensidad que siempre exigimos al equipo. Pero con eso no basta. Es necesario fichar experiencia. Futbolistas contrastados para apuntalar el grupo. A mi entender, es vital la llegada de un central de empaque, un mediocentro de corte defensivo, un par de especialistas en bandas y un delantero que garantice gol. Si a eso le añadimos que se pueda estar en disposición de cubrir las posibles ventas de futbolistas… todo sería perfecto.

A día de hoy, el Valencia continúa sin transmitir la seguridad defensiva necesaria para afrontar con solvencia el campeonato. En el centro del campo la pareja Pepelu-Javi Guerra tiene muy buena pinta. Pero es necesario un “seis” de corte físico y dinámico. En esa parcela, el equipo tampoco tiene alas con las que volar. Sin bandas, es muy complicado realizar el fútbol que pretende Baraja. A todo esto hay que añadir la falta de gol. Vital. Porque los rivales veraniegos han sido de perfil bajo. En ataque, hay que recuperar la mejor versión de Hugo Duro. También Alberto Marí aportará cuando aparezca. Pero es fundamental un “nueve” de mucho más nivel. Desde que se fueron Guedes, Carlos Soler y Maxi hace dos años, y ahora Justin (6), Lino (6) y Cavani (5), la pérdida de gol puede continuar siendo un lastre.

Los versados en la materia técnica aseguran que hacen falta ocho fichajes. Yo, con solo cinco refuerzos, ya me conformaría. No pido mucho. Sé que no andamos sobrados. Pero esos refuerzos deben ser buenos. Nada de rebuscar en el cajón de grandes rebajas post balance. Sin embargo, no soy nada optimista con lo que puedan hacer los responsables de la gestión deportiva del club. No es una crítica gratuita. Simplemente es una constante desde que Peter Lim decidió cargarse un proyecto que funcionaba. A falta de 18 días para el primer partido de Liga, que está a la vuelta de la esquina, ha habido muy poco movimiento. Así de simple.

TERCERA EQUIPACIÓN

El Valencia presentó su tercera equipación de cara a la próxima temporada 2023-2024. Según cuentan desde marketing del club, que de eso entienden un rato, la camiseta es un tributo a los barrios y calles que rodean el emblemático Camp de Mestalla. Después del atentado cromático de la segunda equipación, que a mí me parece horrible, aplaudo la medida de que la nueva camiseta sea naranja. Un color que yo asocio con grandes éxitos deportivos del Valencia y Layhoon con los zumos que se bebía de pequeña…