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Corazón partido

5/03/2023 - 

VALÈNCIA. Cuatro Levantes en El Alcoraz. Uno en la primera parte y otro en la segunda; uno en defensa y otro en ataque. El partido empezó tan bien que pocos se atreverían a presagiar un tropiezo como el que protagonizó el elenco de Javi Calleja en tierras aragonesas. La primera media hora fue óptima y el equipo se diluyó casi como si el error de Son en un pase atrás comprometido hubiese supuesto un antes y un después. En la ofensiva, se vio un equipo fluido al que le faltó efectividad. Generó y mucho... hasta que dejó hacerlo. Ahí se abre el escenario del segundo acto: el desierto. Poca fluidez en ataque y la aparición de errores a balón parado inusuales, al menos, desde que aterrizó Calleja en Orriols el pasado mes de noviembre. Arriba, ahogados excepto alguna acción aislada -y tardía- de un Cantero que debió salir antes.

Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Huesca - Levante:

Cárdenas (5): Algo más. En realidad, el de Terrassa no tuvo demasiado trabajo más allá de los goles. En el segundo, pudo salir al primer palo, pero el error defensivo general resta responsabilidad al meta. 

Son (3): Suspenso. Protagonizó un error grosero que acabó siendo el principio del fin. Su pase atrás, un regalo para Obeng, acabó con el africano fallando ante Cárdenas, que tapó bien en el mano a mano. A partir de ahí, el bucle de tropiezos.

Róber Pier (4): Mejorable. El partido no fue tan plácido como el anterior a la vera de Iborra y Róber lo notó. Al igual que la defensa al completo. En el tercer tanto, dejó un espacio de oro a Juan Carlos. 

Álex Muñoz (4): En la foto. El alicantino sale en la instantánea del segundo tanto. Pierde la marca de Pulido y no es lo suficientemente contundente en la persecución al central del Huesca. Regresaba de lesión y, ante el cúmulo de bajas en la zaga, se necesita la gran versión de un mes atrás.

Saracchi (5): Suficiente. Su intensidad, en unas ocasiones importante y en otras contraproducente, le pudo jugar una mala pasada. Pudo ver la segunda amarilla. También le hizo destacar en la niebla que fue la segunda parte al completo para el equipo.

Pepelu (5): Plano. El primer tiempo parecía transcurrir por los derroteros habituales: el centro del campo carburaba de la mano del dianense. Ya en la segunda parte llegó la absoluta planitud. No encontró la menera de construir. En el primer gol, pierde la batalla con Florian Miguel.

Pablo Martínez (6,5): El mejor del Levante. Dentro de lo difuminado del equipo en el segundo tiempo, Pablo Martínez fue el más iluminado. Pudo adelantar al Levante, pero soñó esta noche con Andrés Fernández.

Joni Montiel (6): Creativo. Se le fue acabando la batería, pero el inicio del madrileño en Huesca fue de fuegos artificiales. Un pase de fantasía dejó solo a Bouldini, que no llegó por los pelos. Como el resto del equipo, apagó la llama en la segunda parte. Fuera de concurso.

Rober Ibáñez (4): Invisible. Poco del valenciano en El Alcoraz. No tuvo los espacios para correr ni apareció por dentro lo suficiente. Se echó en falta su figura en un ataque granota que, en cualquier caso, no fue precisamente el problema del Levante en Huesca.

De Frutos (6): Peligroso. Da igual cuándo lea esto. Con empate a cero o con el descalabro ya iluminando el marcador de El Alcoraz. De Frutos es lo más peligroso que encuentra Calleja entre su plantilla. El apagón general le afectó como al que más, pero en el primer tiempo sus destellos pudieron decantar la balanza hacia otro lado.

Bouldini (5): Diluido. De menos a más. El marroquí arrancó potente, acabó perdido junto a Wesley.

Musonda (5): Sin efecto. Fue una sorpresa que el belga saltase al terreno de juego antes que Cantero. Musonda quedó prácticamente sin efecto en un segundo acto ya muy nublado.

Pubill (5): Tarde. El cambio del de Manresa llegó tarde. Debió haber saltado de inicio en un costado diestro huérfano en ocasiones. También sin huella.

Wesley (5): Lo de siempre. Ni se acercó a surtir efecto. Calleja le alineó a la vera de Bouldini pero ni se entendieron ni hubo un conato de conexión entre ambos. Cierto es que el barro del encuentro ya era bien sólido en el cerebro granota.

Cantero (6): Con efecto. El canterano sí imprimió su sello. Una chispa de electricidad en un desierto de sequedad absoluta. Tuvo dos ocasiones para anotar en poco más de diez minutos. Hubo de salir antes.

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