Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. A falta de Pablo Martínez, emergen otras figuras. El Levante busca sus referentes y en Gijón, en un encuentro que volvió a marcar las líneas maestras de lo que Julián Calero quiere de su escuadra, aparecieron dos muy claros: Carlos Álvarez y Giorgi Kochorashvili. El sevillano es la magia; el sevillano, el recorrido. Calero necesita ambas cosas. La varita de Carlitos fue el aspecto diferencia del equipo en momentos de flaqueza ante el Sporting. Mientras, la capacidad física y el ida-vuelta de un Kocho con una versión idéntica a la que ofreció en la Eurocopa, se presumen imprescindibles esta temporada. Son los dos nuevos pilares. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Sporting de Gijón - Levante UD:
Andrés Fernández (6): Bien. Sin incidencia en el tanto de Dubasin, el murciano estuvo correcto en Gijón. Pudo cometer un penalti absurdo en una salida dubitativa en la primera mitad, pero su experiencia es un grado. Buen partido, seguro en líneas generales pese a algún borrón.
Andrés García (7): Genial. A la espera de posibles refuerzos si Pablo Martínez deja Orriols, el canterano demostró que, de lateral, es una pieza muy aprovechable. Su manejo de la zurda aporta algo diferencial. Esa capacidad y su centro-chut valor gol fue clave para abrir la lata.
Elgezábal (6): Serio. Fue el líder de la zaga. Con Dela en el banco -fue una de las primeras decisiones interesantes de Calero este curso-, Unai marcó la pauta y lideró a Cabello. Figura clave para el técnico a la hora de preservar el orden marcial que propone en fase defensiva. Bien perfilado y máquina de despejar balones colgados.
Cabello (6): Sigue creciendo. Por el flanco izquierdo de la defensa llegó la mayor parte del peligro del Sporting. Incluso en el tanto que recortó distancias, Dubasin gana la partida a Marcos Navarro pese a que el centro de Cote se produce en el costado contrario. Mientras tanto, Cabello creció durante la tarde. Duro en la batalla con Otero y Gaspar Campos. Terminó de lateral izquierdo.
Marcos Navarro (5): Sufrió. Por su banda llegó el escaso peligro del Sporting durante la primera mitad. En la segunda, se duerme en el duelo con Dubasin, en el cabezazo del belga que recortó distancias. Más liberado en ataque.
Oriol Rey (6): Ordenado. Mantuvo el equilibrio en la base. Sus características vienen a la idea de Calero como anillo al dedo. Aguantó y perdió pocos balones, a pesar de que su arranque no fue precisamente halagüeño: una entrega de enemigo le complicó la vida a Carlos Álvarez y, de hecho, supuso el primer tanto del Sporting, a la postre anulado por offside. Se rehizo.
Kocho (7): El de la Euro. Muy buen partido del georgiano en lo posicional. Versión mejorada de la intermitente temporada pasada. El Kocho de la Euro fue el más listo cuando vio a Yáñez adelantarse a un balón colgado que no existió: el centrocampista disparó e hizo, certero, el primero de falta de la temporada. Muchísimo recorrido.
Carlos Álvarez (7,5): El bueno. A falta de Pablo Martínez, Carlitos. Es el diferente y el jugador por el que pasa la creatividad y el peligro del Levante. Anotó el primero después de una pérdida a los tres minutos, pero fue el jugador que movió al equipo.
Brugui (5): Trabajo, pero poca producción ofensiva. El pequeño diablo del ataque granota no ardió en El Molinón. Trabajo y se desgastó, pero generó poco peligro. Se perdió su chispa al partir desde la línea de cal y se encontró más cómodo por dentro, pero no levantó polvo en la defensa rival.
Morales (5): Poco. De reencuentro con el brazalete de capitán dos años y tres meses después, el Comandante fue bloqueado. Rara vez consiguió marcharse en velocidad y encontró pocos espacios. Guille Rosas se pegó como una lapa.
Bouldini (5): Sin demasiada incidencia. Participó de espaldas. De cara a portería, fue un fantasma. La idea de Calero tampoco es la de jugar para el punta y al marroquí le cuesta aparecer. No le llegaron balones, fue un islote en El Molinón, y es algo que viene de la pasada campaña.
Algobia (6): Declaración de intenciones. La entrada del ex del Getafe por Carlos Álvarez fue un mensaje cristalino: menos magia, más orden. Todo, en un momento en que el equipo sufría por la reacción del Sporting ya en la segunda parte.
Iván Romero (6): Peligroso. El manchego generó problemas en la zaga asturiana. Curbelo y Diego Sánchez cortocircuitaron mientras no tuvieron la referencia clara de Bouldini. No supieron fijar a Romero, pero éste estuvo sombrío en la toma de decisiones. Tuvo varias ocasiones de armar ocasiones claras, pero se la jugó en solitario y perdió la apuesta.
Lozano (5): Poco. Entró por Morales, cuya aportación ya fue limitada, y tampoco desatascó al equipo por el costado. Calero buscó tener más la pelota pero Lozano no entró en demasiado contacto. El nuevo sistema y el estado de forma de Carlos Álvarez no favorece al valenciano.
Dela (5): Serio. Saltó por la lesión de Marcos Navarro y envió a Cabello al lateral. Serio en el cuarto de hora que estuvo sobre el tapete de El Molinón.
Espí (6): Aportó. Puso su grano de arena. En menos de quince minutos, tuvo más incidencia que Bouldini en una hora. Jugó de espaldas, se hizo fuerte e hizo valer su estatura para girarse, generar en tres cuartos y retener balón. Figura muy aprovechable este curso para Calero.