El Valencia duda en reforzar el medio centro en enero

VALÈNCIA. Si algún fan entusiasta tiene la actual plantilla del Valencia CF es su entrenador, Marcelino García Toral. Por encima de la satisfacción generada por el nivel futbolístico alcanzado y por la rápida asimilación de ideas y conceptos el técnico asturiano y sus ayudantes entienden que la cohesión del vestuario es uno de los aspectos que multiplican la fortaleza del colectivo.

Más aún, la limpieza que se llevó a cabo en verano es considerada fundamental para entender el ambiente sano que hay en la actual nómina de jugadores del equipo de Mestalla. Sólo así se entiende que los dos "conatos" (no pasaron de ahí) de fricción entre Marcelino y sus futbolistas fueran sofocados de manera rápida y aséptica sin dejar huella alguna en forma de consecuencias (casos de Zaza en el Ciutat de València y de Neto en Anoeta).

Para el entrenador valencianista, preservar este ambiente es fundamental. Hasta tal punto que dicha premisa puede llegar a marcar la pauta a la hora de tomar decisiones en el mercado de invierno. No es la primera ni la segunda vez que oímos a Marcelino hablar de las posibles incorporaciones no deben alterar el clima actual en el que trabaja el colectivo.

El perfil que el entrenador pretende está claro. Jugadores con hambre, disciplinados y que acepten el rol que se les asigne dentro del equipo. Por ello encaja a la perfección el nombre de Sandro (delantero del Everton) en la lista de preferencias. Jugador joven que no ha tenido una buena experiencia en la liga inglesa y que además pretende establecer un punto de referencia para relanzar su carrera. Futbolista que corre y pelea, jugador cuyo compromiso está fuera de toda duda en condiciones de asumir un rol lógico en el vestuario.

Sin embargo, hay más dudas a la hora de poder encontrar un "Sandro" para el mediocentro. El planteamiento del que parte Marcelino es el siguiente: en un principio, y debido a las conocidas apreturas económicas del club, lo más normal es que el mediocentro que pusiera llegar sea en calidad de cedido. Dicho esto, el entrenador valencianista entiende que el medio centro que pudiera venir en enero difícilmente pueda competirles el puesto a Kondogbia y Parejo -a quienes tiene en altísima estima-. Por tanto, encontrar un jugador que acepte el rol de alternativa y venga para seis meses a préstamo obliga a afinar mucho la búsqueda. Tanto que no se descarta no encontrar nada que se ajuste al perfil que pide el entrenador.

A día de hoy el delantero sigue siendo la primera opción, y el mediocentro la segunda. No descartando -en el caso del centrocampista- que al final se desestime reforzar la zona ancha por las peculiares características antes descritas. Y sobre todo, no olvidar la máxima si el Valencia CF acude (que lo va a hacer) al mercado: la tranquilidad y el buen ambiente del vestuario están por encima de todo. Los resultados están demostrando que dicha filosofía faculta a Marcelino a platear la cohesión del grupo como prioridad absoluta por encima del mercado si fuera necesario.