Obligados a reaccionar lejos del Ciutat: un problema para el Levante

VALÈNCIA. El Ciutat de València tenía que ser un fortín y, ahora, el Levante habrá de hacer un bastión inexpugnable de El Plantío burgalés y del Estadi Nacional. Los de Mehdi Nafti afrontan dos jornadas consecutivas fuera de casa -no hay parón en la Segunda División- después de caer en Orriols ante el Cartagena y perder así la oportunidad de alzarse momentáneamente en el trono de la categoría. La derrota frenó muchas cosas: ese ascenso a la parte noble de la tabla, pero también expectativas y sensaciones, a priori en crecimiento, que ahora vuelven a tela de juicio en la actualidad granota.

Para paliar esos daños, el decano valenciano deberá reponerse lejos de sus fronteras y eso es hoy un problema. El Levante ha disputado, hasta ahora, dos partidos a domicilio y ambos, además de saldarse con sendos empates, terminaron en un manojo de dudas. Lo positivo, que el equipo reaccionó en las citas inmediatamente posteriores. En Zaragoza, tras las tablas sin goles, el vestuario salió mentalizado de que habría que abrir fuego cuanto antes y lo hizo con un triunfo convicencente, una semana después, ante el Tenerife. En el que quizá es el encuentro más completo hasta la fecha de los levantinistas, a pesar del abultado marcador ante el Villarreal B. 

Ocurrió lo mismo tras lo ocurrido en Oviedo. Una primera parte muy criticada y señalada precisamente por Mehdi Nafti, quien hasta hoy no rehuye la autocrítica, desembocó precisamente en el éxito final contra el 'mini Submarino', pero el Levante no logró dar continuidad a las sensaciones ante el Efesé. Cambio total de rumbo justo en la semana que más se repitió aquello del "fortín" en Orriols. Y ahora las salidas han de ser clave. 

El Burgos y el Andorra no lo ponen fácil en su suelo

El Burgos será el primero y no lo pondrá complicado en su estadio, donde no ha perdido todavía -dos victorias por la mínima y un empate sin goles-. Tanto es así que el elenco de Julián Calero es el único de toda la Primera y la Segunda División que todavía no ha encajado un solo tanto. Ese dato, unido a los problemas de conexión y fluidez en ataque que ha mostrado el Levante incluso a pesar de acabar llenando su saco de dianas, obliga a poner el foco en una ofensiva granota que necesita progresar.

Mientras tanto, el Andorra de Éder Sarabia también ha salido airoso y sin recoger un solo balón entre sus redes en las dos visitas que ha recibido en el Nacional. Ganó al Granada, uno de los que entran en la terna de favoritos para consumar el ascenso y el segundo club con mayor valor de plantilla en la categoría, y ahora amenaza con hacer lo propio ante el 'gallo' de Segunda. Tanto es así que este pasado sábado, al igual que hizo el Cartagena ante el Levante, privó al Eibar de irse líder a la cama. Es solo el inicio del curso, con seis jornadas de camino, pero ya con un dibujo trazado.

Deberes pendientes más allá del Ciutat

Es una constante en todos los equipos del campeonato, pero el Levante se ha mostrado considerablemente más fiable en su feudo que lejos de él. Ya el curso pasado, el menos afable del cuadro granota en los últimos años, solo ganó tres encuentros a domicilio. Empató cuatro. No fue el peor de La Liga en este epígrafe, ni mucho menos, pues de contabilizar solo los datos fuera de casa el club habría mantenido la categoría. En la 20/21 se ganaron 4 en territorio 'enemigo', mientras que las dos anteriores fueron 5. Se hicieron 13 puntos lejos de casa en 2022, por los 17 y 19 en campañas anteriores. En el último curso en Segunda, eso sí, el equipo arrasó y fue líder tanto en las citas en su césped como en hierba ajena. Perdió 8 partidos y 7 fueron como visitante.