VALÈNCIA. El Llevant salió mentalizado para resolver la eliminatoria por la vía rápida y sin sustos. Con Vukcevic (y Radoja, ayer) es un equipo diésel, implacable en la medular. Da igual que enfrente esté el Barça, el Getafe o el Racing de Murcia. Los dos balcánicos se lo toman igual de en serio. Ante el líder de grupo de la Tercera murciana la receta de Paco López fue diáfana desde el minuto 1: presión total para tener la pelota y abrirla a las bandas. Morales en la izquierda (apoyado por Toño) y Son (por Miramón) en la derecha, con Rochina asistiendo desde cerca. Robo y balón a banda, robo y balón a banda, robo y balón a banda. Como un monótono percutor. Eficacia máxima. Así llegaron las dos primeras ocasiones clarísimas: asistencia de León a Morales que, escorado, dispara al lateral de la red; en la segunda intercambiaron los papeles y León marcó a bocajarro el primero. Lata abierta e insistencia en la fórmula del éxito. Porque nadie quería ni pensar en algo parecido a lo de Jaén del año pasado. Los otros dos goles de León fueron similares: asistencias laterales al área y el cordobés con la caña preparada. Así firmó el primer hat-trick de su carrera. Pese a la pobre actitud mostrada hasta hace poco y la mala fortuna de los últimos partidos, López sigue empeñado en recuperarlo para la causa. Quién sabe si esta eliminatoria, aparentemente insulsa, representa un punto de inflexión que le devuelva la confianza con esos tres tantos.
La otra sensación del partido llegó en la segunda mitad desde el Mar Negro, en la bisagra euroasiática que forma Georgia y Armenia, de donde proceden Giorgi y Sevikyan. El primero marcó un golazo y dio una asistencia colosal para que Gómez la estrellara en el palo (marró tres muy claras); el segundo se marcó un eslalon que, espoleado por el gol de su compañero tres minutos antes, intentó culminar sin acierto. 21 y 19 años y un talento que quizá merezca ser contrastado en la élite. En el descaro y el trato del balón recuerdan a Bardhi. No digo más.
Lo dicho: el gran mérito granota estribó en la capacidad del equipo para abordar el partido sin confianzas, pese al abismo de calidad que quedó al descubierto desde el primer minuto. La intensidad y la actitud que se exigía al equipo hasta hace muy poco, ahora las muestran incluso ante un once tan humilde. Y esa es una grandísima noticia.
El partido sirvió también para rodar a Pier, que acusó la falta de ritmo, dar minutos a Toño, voluntarioso pero poco acertado, y a Radoja. Muchos hablan de la posible salida del serbio para cuadrar números. Con ritmo, continuidad y confianza puede y debe ser un puntal para el Llevant del futuro. El equipo, además, necesita profesionales comprometidos como Radoja para cambiar el paradigma un tanto viciado de estos últimos años y combatir la indolencia, que tanto daño nos ha hecho. Morales lo intentó con ahínco, como siempre, pero le volvió a falta punch, acierto.
Marcar cinco goles, aunque sea al Racing de Murcia, siempre deja buen sabor. Más aún si quien visita Orriols el sábado es la Real que, con su derrota en el Camp Nou, perdía el liderato por la diferencia de un gol pero que sigue siendo una de las sensaciones del curso. El típico partido para testar dónde puede llegar este neo-Llevant, si se muestra regular.
UNO A UNO: Koke (sc); Miramón (5) (Coke (6) 58’), Pier (5), Duarte (5), Toño (5); Son (7), Radoja (7), Vukcevic (7) (Melero (6) 45’), Rochina (6) (Sevikyan (7) 58’), Morales (6) (Gómez (6) 74’); León (8) (Giorgi (7) 68).
—Paco López (7).
GOLES: 0-1 León (23’) 0-2 León (32’) 0-3 León (63’) 0-4 Giorgi (86’) 0-5 Coke (90’).