El técnico del filial le ha comunicado al club su decisión de ser presidente de la federación de fútbol de su país y el Valencia lo deja irse porque dudada de su trabajo
VALÈNCIA. Lubo Penev le ha comunicado a Anil Murthy y a Mateu Alemany que va a presentar su candidatura a la presidencia de la Federación de Fútbol de Bulgaria. El técnico del filial se reunirá en breve con los rectores del club para oficializar una decisión que ya les adelantó hace unas fechas. Lubo pretendía en un primer momento compatibilizar su candidatura con el banquillo del filial pero el Valencia no está de acuerdo, ya que argumenta que el búlgaro no estaría centrado en su trabajo diario y que esa nueva responsabilidad repercutiría en su rendimiento y en el del equipo que, además, no es bueno.
Según la información a la que ha tenido acceso Plazadeportiva.com, el club no le ha puesto a trabas al búlgaro para que se marche, todo lo contrario, le ha tendido un puente de plata. Los informes que maneja el club sobre el trabajo diario de Penev no son positivos y en el club ya existían dudas sobre su continuidad. La situación del filial en el grupo III de Segunda B es delicada ya que el equipo está más cerca del descenso que de la zona tranquila de la clasificación. El Mestalla suma 17 puntos en 14 partidos y está a cinco de la zona de descenso. Las dudas sobre el búlgaro y el descontento en el Valencia, en cambio, no son por la situación clasificatoria sino por su forma de trabajar y de gestionar el grupo. Al Valencia le conviene, egoístamente, que Penev se marche porque meditaba su destitución.
El filial juega mañana con el Lleida Esportiu a las seis de la tarde en el Antonio Puchades de Paterna y la continuidad de Lubo Penev dependía, en gran medida, de que sacara adelante el partido.
El club está a la espera de que Lubo oficialice su marcha para decidir la identidad del futuro técnico. De momento Lubo no ha comunicado nada. Si lo hace en las próximas horas, como así parece, frente al Lleida se sentará en el banquillo David Rodríguez, segundo del búlgaro, que estuvo como preparador físico con Pellegrino en el Alavés la temporada pasada.