¿Y si Papá Nöel nos regala el adiós de Peter Lim?

Vale, sí, es simplemente un sueño, pero los sueños son para estas fechas, para sentirlos y disfrutarlos el resto del año aunque no sean la verdad que todos queremos. Hoy les voy a hablar de mi Santa Claus y de lo que en el fondo estoy esperando que me traiga a casa con una ilusión tremenda. Y eso que espero -que sé que es casi del todo imposible, pero en Navidad vale todo, incluso esto- es que Peter Lim lance sus guantes al cuadrilatero y se retire de este esperpento que nos está regalando día sí, día también.

Y SERÍA UN SUEÑO

En el fondo sé que lo que estoy diciendo es un canto de sirena sin ningún aval real que lo haga posible. Pero en estas fechas soñar es gratis y mi gran sueño sería ese. Luego están mis sueños con mi familia y allegados. Pero una hipotética y soñada marcha de Lim sería el mayor regalo para mí y para cientos de valencianistas que ya están aburridos y hasta la boina del magnate de Singapur.

EL DÍA SIGUIENTE

Y oigan, como no soy bobo del todo, sé que les hablo de un regalo casi imposible, pero si llegara a producirse al margen de cantar mil y una glorias por el futuro del Valencia ya estoy viendo como el valencianismo sustituto, el de toda la vida, empieza a tomar el mando y empieza también a lanzarse a guerras sin cuartel de todos contra todos y viva nuestro equipo del alma.

LO PREFIERO

Y les voy a ser franco. Prefiero una directiva de casa -digo de Consejo de Administración- con todos sus defectos posibles antes de que Peter Lim nos arruine a nuestro club y a nuestra vida de manera tan vergonzante y dantesca. Sería el mejor regalo para estas fechas y sí emprenderíamos una nueva guerra, pero esta sería una de las típicas que ya conocemos y soportamos. Que nuestros líderes se lían a guantazos es algo casi inevitable. Ahora bien, entre guantazo y guantazo aquí de lo que se trata es de formar un buen equipo de fútbol repleto de manías y celos pero pleno de buenos jugadores que luchen por Europa con sus propias garantías.

SOLO ES UN SUEÑO

Vale, sí, todo lo que le estoy contando solo es un sueño perfecto para estas fechas nadalencas. Pero en el fondo sería un sueño precioso y repleto de esperanzas futboleras para un equipo como el Valencia que hoy en día, la verdad y sinceramente, tiene poco que ofrecer a sus miles de angustiados seguidores. Todo pasa por Peter Lim y todo mi sueño nadalenco para en verdad para que se pire de aquí y para que Bankia, en plena fusión con la Caixa, se dé cuenta de que sí que existen otros posibles compradores que en el fondo inviertan todas sus energías en formar un competitivo equipo de fútbol, y de paso pegarle caña a su vecino de consejo, como ha pasado toda la vida.

VUELTA A LA NORMALIDAD

Sé que lo que estoy pidiendo les va a sonar a muchos de ustedes como si se tratara de un sueño inalcanzable e imposible. Pero qué quieren que les diga. Puede ser lo que ustedes quieran, pero en estas fechas de Navidad soñar con un futuro mejor es gratis para todos y mi sueño, sin duda alguna, pasa por un Valencia in Peter Lim y por un Valencia siempre a guantazos pero siempre compitiendo bien. Es solo un sueño y mi regalo de Papá Nöel, y no es mucho, pero soñar eso un solo día ya que me reconforta.