ALICANTE. El estadio Rico Pérez presentó este domingo, con motivo del Hércules-Intercity, la mejor entrada en lo que llevamos de temporada.
El club blanquiazul no ofreció cifras de asistencia, pero esta rondó los 10.000 espectadores. Eso sí, los hubo que pudieron disfrutar del partido gratis... El Hércules, que ya había dado que hablar entre sus abonados con la promoción de cuatro entradas por cinco euros que en la práctica se demostró que ni era exclusiva para ellos como predicaba el club ni estaba limitada a ese número de entradas, se apresuró a advertir a los aficionados que una hora antes del inicio del choque se abrirían las puertas del estadio. El problema es que, como viene siendo habitual en los últimos años, el número de puertas que decidió habilitar era insuficiente para la cantidad de espectadores (pese a que estos representaban este domingo un tercio de la entrada, pues el coliseo blanquiazul cuenta con 29.000 localidades) hasta el punto de que con el balón en juego, las colas para acceder tanto a las tribuna baja y alta como a ambos fondos eran de varios cientos de metros. Aunque lo más llamativo estaba por llegar: en las puertas 3 y 4, junto a las taquillas (que curiosamente estaban funcionado -no sin problemas; hay aficionados que apuntaban a demoras de 30 minutos- una hora antes de la apertura de puertas), ante la acumulación de gente se optó directamente por levantar los tornos y permitir el acceso libre, lo que llevó a tal aglomeración en las escaleras que cuesta creer que no pasara nada grave. La decisión "a lo Hércules", además de permitir el acceso a las localidades del estadio más caras sin comprobar si se contaba o no con entrada o abono, provocó un efecto llamada entre la gente que se encontraba en las taquillas contiguas, que no dudó en abandonar la cola y entrar al campo (sin pagar, con el consiguiente perjuicio económico para el club).