VALÈNCIA. Seis goles encajados a balón parado lleva el Levante esta temporada. La mitad de los que terminó encajando en la totalidad de la temporada pasada. El equipo de Paco López sigue creciendo y, pese a la locura del primer tiempo en el Carranza, el empate ante el Cádiz se puede dar por bueno si la fantástica racha en el Ciutat se mantiene frente al Valladolid con la quinta victoria consecutiva. Eso sí, el gran punto negro del martes fue el nuevo despiste, en este caso en un córner, que protagonizó Radoja para el empate de los gaditanos.
El nombre y dorsal del futbolista señalado en cada acción ABP que terminó en gol en contra de los granotas este curso es anecdótico. Porque los ha habido de muchas formas, desde la esquina o no, y de todos los colores. Entre los seis que ya se cuentan en la estadística de la actual campaña, computa el tanto de Alexander Isak en Orriols de falta directa. No es un error en la marca ni una desconexión en la persecución, pero sí un futbolista de la barrera levantinista que no salta y sobre el que golpea la pelota para desviarse en su trayectoria.
Atribuible a la mala suerte o al desacierto, la realidad es que los otros cinco tantos sí que se suman a los datos de jugadas ABP con problemas defensivos de los de Paco López. La primera llegó en la jornada 1, en Mestalla, en este caso con la pérdida de marca de Róber Pier sobre Paulista, que se escapó al segundo palo sin ser encimado y ganó en el salto al central gallego. También de córner llegó el siguiente, en La Cerámica ante el Real Madrid, después de repeler el centro y dejar a Vinicius solo en el balcón del área.
Antes del citado encuentro ante la Real Sociedad, se dio el gol de Tete Morente con el Elche en el Ciutat, en este caso en una falta lateral. Entró solo el futbolista franjiverde para vender a Aitor. Ante el Betis fue Mandi quien aprovechó un error general en tres tiempos, y el fallo en la persecución sobre Cala el pasado martes fue el sexto en subir al contador.