Enorme partido en Paladozza. Y eso que la primera parte se tiñó con el empuje y fiereza de un rotundo Virtus Segafredo Bologna, un clásico de Italia ahora de la mano de Sergio Scariolo, frente a un Valencia Basket frágil en defensa, que llegó a perder de 21 puntos. Pero La segunda parte dio un vuelco. Resucitó el equipo de Joan Peñarroya. Y se fue a por la Virtus. Y remó. Y alcanzó a los italianos en el progreso del último periodo. Y con el negociado ajustadísimo, los detalles determinarían el resultado final de un partido en el que se empoderó Valencia Basket para ganarlo. Un final bien gestionado por los taronja y su técnico en un escenario con mucha temperatura. Y Valencia sostuvo la remontada, épica, mayúscula, enorme, ante la Virtus (96-97).
La curva de los ultra tifosi de Paladozza caldeó con fuerza el ambiente en el arranque de un encuentro que registró la primera pérdida de Valencia Basket, aprovechada por Weems con un 2+1. Le costó a los taronja, pero se estrenaron con Van Rossom. La réplica del conjunto de Sergio Scariolo fue rotunda con sendos triples de Teodosic y de Alibegovic para el 9-2 (m.3), que obligó a Peñarroya a parar el partido, encogido su equipo ante los de Bolonia. Trató de acercar Van Rossom a Valencia con un triple. Alternaron luego en acierto Weems y Labeyrie. Pero notable seguía Kyle Weems, liderando a los italianos. Pradilla apareció con un mate (15-9, m.5). Weems implacable. Respondió Hermannsson con un triple. Pero sacó el martillo Teodosic con cinco puntos consecutivos. Valencia trataba de sostenerse con Van Rossom y Puerto. Pero el empuje local y los problemas defensivos de los valencianos marcaban el cuarto (27-16, m.7). Con dos series de libres resueltas, Pradilla restó la diferencia cuatro puntos. Más siete para la Virtus. No se movió en mala estadística ofensiva Valencia Basket, pero el arreón del conjunto de Scariolo sobre la débil defensa visitante fue rotundo para acabar más diez el primer periodo (33-23).
Peñarroya debía dar herramientas a los suyos y los jugadores efectivamente ponerlas en ejecución. Por lo pronto, la mejora en defensa debía ser importante y, además, buscar las fórmulas para parar a Weems, Teodosic o Alibegovic. Nada. La cosa fue que la Virtus arrancó con un parcial de 13-2 con cinco puntos de Belinelli, otros cinco de Cordinier y un triple de Weems, minimizando la anotación de López-Arostegui (46-25, m.13). Reaccionó Valencia Basket con un parcial intermedio de 0-8 con los puntos de Prepelic (6) y de Dubljevic (2). Scariolo paró el partido con un 46-33. Pajola reanudó el juego entrando en anotación para la Virtus. Mediado el periodo, los italianos se iban quince arriba (48-33, m.15). Hervey anotó y Peñarroya pidió tiempo muerto con un cabreo monumental. El acierto de los de Scariolo y la tibia defensa eran el problema que noqueaba a Valencia Basket. Van Rossom afiló otro triple, pero los taronja estaban lejos. Millán Jiménez también firmó un acierto exterior. Pero Weems no daba opción (54-39, m.17). Rivero, desde los libres, Millán Jiménez y Hermannsson trataron de restar la distancia, pero Weems seguía a lo suyo y Virtus se fue arriba al descanso con un 57-45.