plazadeportiva

el levante se mete tercero en las últimas y salva la comunión con su parroquia, pero la vida sigue i

¿Medio lleno o medio vacío?

  • EFE/Manuel Bruque

VALÈNCIA. En Orriols, hoy, hay dos formas de ver el vaso. Unos, como Javi Calleja, lo ven medio lleno. Otros, a juzgar por el estallido del Ciutat en tramos de auténtica desesperación, lo observan temerosamente medio vacío. El Levante no lo puso fácil. A pesar de que Wesley recogió la tercera plaza in extremis ante el Oviedo, el equipo estuvo en la cuarta durante muchos minutos y otros varios incluso en la siempre controvertida quinta posición, sin factor cancha y, sobre todo, de morros con su parroquia. Y es que la grada casi llena del coliseo blaugrana -volvió a registrar 20.300 a pesar de colgar el sold out en la mañana del viernes- llegó a reciclar el "Quico, vete ya" y ardió de ira en momentos en que el Levante, como viene siendo habitual en los últimos tres meses, se descubría incapaz de dañar a su rival.

Esa fue la realidad en un tramo importante del encuentro. Luego, cambió. La noche cogió un tinte más amable cuando, con un retal de pundonor, De Frutos empató el gol ovetense y Wesley disfrazó la victoria de éxito. Porque el levantinismo resopló de alivio al verse escalar dos posiciones, de repente, en la esquizofrénica tabla de la Segunda División. Y como la última imagen es siempre la más valiosa para la retina, el Levante acabó poniéndole sonrisas al viento, aplaudiendo a la hinchada la ejemplaridad y el apoyo ciego, y entrando en la fase de ascenso con más entusiasmo que pena. 

Medio lleno

"Hay muchos motivos para ser optimistas", planteó Calleja. El técnico pareció escudarse en las nueve primeras jornadas de campeonato en un momento concreto de su comparecencia, pero más allá de la anécdota y el olvido de las inabarcables finales que su elenco ha echado por tierra, puso notas positivas a un partido no exento de titubeos. Las ganas, la comunión con el respetable, la próxima recuperación de efectivos o la buena versión de los de siempre relajan el aterrizaje en un play-off que promete ser del todo demente. Sin negar el dolor por no consumar el ascenso directo, Calleja concluyó con brotes verdes.

Los hay. De Frutos anotó siete meses después, y aunque sigue sin brillar, pone fin a la sequía para autorefrescarse en la promoción. Por Joni Montiel sigue pasando casi todo el peligro granota -y esto bien puede ser un lastre- y Pepelu, al menos, no vio la amarilla que le hubiese obligado a perderse el choque del Belmonte. Además, Vezo apunta directamente a Albacete y probablemente Cárdenas podrá estar disponible. Brugui también engrasa su máquina y el mes de junio empieza a dibujarse con su nombre. Y dos victorias consecutivas refuerzan al confianza de un vestuario que, con la envidia lógica por las fiestas en Granada y Canarias, abandonó Orriols aplacando nervios.

Recibe toda la actualidad
Plaza Deportiva

Recibe toda la actualidad de Plaza Deportiva en tu correo