VALÈNCIA. El campeón del Mundo no quiso hacer otra cosa que aderezar su mejor temporada con una victoria. Marc Márquez firmó su duodécimo triunfo del Mundial de MotoGP con una solvente carrera en el GP de la Comunitat Valenciana. Dejó a Quartararo segundo y Miller, tercero. La nota emotiva, claro, fue la que recogió el nombre de Jorge Lorenzo, que se despidió del motociclismo en el Circuit Ricardo Tormo.
Marc Márquez, incisivo, ambicioso, guerrero siempre, el piloto que abraza a todos los grandes corredores en uno solo. Al Circuit Ricardo Tormo, a la última prueba del Mundial, llegó habiendo saboreado ya mucho eso de volver a ser lo que es: campeón mundial de MotoGP.
En el campeonato del Mundo de 2019 sumó once victorias, seis segundos puestos y un octavo. Aseguraba Márquez (Repsol Honda Team) que era la mejor temporada de su vida, quizás dudando, pero no mucho, respecto a otra enorme campaña como la de 2014. Como sea, Marc es incombustiblemente ganador y en Cheste, lo primero que hizo el domingo, fue posar en la foto de los campeones. Lo hizo en el centro, como el mejor de los mejores. A un lado, su hermano Alex, campeón en Moto2, que se presume pudiera ser compañero de equipo la próxima temporada. Al otro, Lorenzo dalla Porta, ganador de Moto3.