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El Elche entra en el tercio final de la Liga con sensaciones encontradas

La promoción se queda a tres puntos, pero el equipo se encuentra actualmente inmerso en un bache de resultados

VALENCIA. El Elche afronta el último tercio de la competición en Segunda División con sensaciones encontradas, ya que si por una parte tiene muy encarrilada la permanencia, objetivo prioritario de la entidad, por otra siente que se le escapa la posibilidad de pelear por el ascenso.

El conjunto que entrena Rubén Baraja ha completado los dos primeros tercios de la Liga en undécima posición, justo en la mitad de la tabla, a trece puntos de la zona de descenso, pero a nueve del ascenso.

La promoción se queda a tres puntos, pero el equipo se encuentra actualmente inmerso en un bache de resultados, ya que acumula cinco jornadas sin ganar y solo ha sido capaz de sumar tres de los últimos quince puntos en juego.

El equipo ilicitano, tras el descenso administrativo y la renovación total de su plantilla y cuerpo técnico, se planteó la temporada con el único reto de lograr la salvación, si bien la buena primera vuelta realizada animó a la afición y al entorno a pensar que también se podía luchar por un objetivo más ambicioso.

El club nunca modificó su discurso de ir "partido a partido" hasta alcanzar los cincuenta puntos, cifra que suele marcar la salvación, aunque el club potenció su equipo en el mercado de invierno con cinco incorporaciones, algunas de jugadores de gran prestigio, como Eldin Hadzic, Hugo Fraile o el argentino Franco Cristaldo, en busca de un salto de calidad que no se ha producido.

La sensación que queda es que el equipo ilicitano, pese a cumplir los objetivos, puede estar cerca de dejar escapar una oportunidad histórica de pelear por regresar a la Primera División.

Así lo entiende parte de la afición, que en los últimos partidos ha comenzado a silbar en determinadas fases del encuentro el juego de su equipo, al que le exige más ambición y determinación.

Apoyado en un delantero en racha, como Sergio León, máximo goleador de la categoría, y en un portero en forma como Javi Jiménez, la afición exige al equipo que dé un paso adelante en busca de otras metas, ya que considera que con los actuales cuarenta puntos, la permanencia, salvo cataclismo, está asegurada.

El vestuario prefiere respetar los tiempos y afirma que una vez se logren los cincuenta puntos ya se pensará en metas mayores, aunque insiste en el mensaje de que la única exigencia de la plantilla, confeccionada apenas dos semanas antes del inicio de la Liga, era salvar la categoría.

Actualmente el equipo lleva cinco jornadas sin ganar, circunstancia que, en Segunda División, no se producía desde mayo de 2012.

En la racha actual, la última victoria se registró en San Mamés ante el Athletic de Bilbao el 31 de enero y desde entonces el equipo acumula tres empates y dos derrotas. 

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