ALCOY. El Alcoyano se sumó este miércoles a la lista de bestias negras del Real Madrid al apearle de la Copa del Rey, después de derrotarle por dos goles a uno en El Collao en un encuentro que empezó perdiendo, en el que logró forzar la prórroga y, pese a jugar buena parte de la misma con un hombre menos, fue capaz de darle la vuelta al marcador y sellar su pasaporte para los octavos de final.
Fiel a su idea de madurar los partidos, algo que se le da muy bien tanto en Liga como en la Copa (que le pregunten al Huesca), Vicente Parras planteó un encuentro largo y ganó la apuesta pese a la entidad de su adversario.
A diferencia de lo ocurrido en otros 'petardazos' coperos del Madrid, esta vez su 'unidad b' no pecó de falta de actitud aunque sí de cierto conformismo: después de unos primeros compases en los que se sintió muy superior, su juego bajó bastantes enteros hasta el punto de que logró adelantarse en el marcador cuando menos lo merecía: en el minuto 44, un buen centro de Marcelo era convertido en gol por Militao. No es que el Alcoyano se hubiese hecho acreedor de la victoria parcial al descanso, pero sí parecía más justo un empate a nada.
Ya en la segunda mitad, con el paso de los minutos, al Madrid se le empezó a torcer todo o, mejor dicho, a salirle el plan a los blanquiazules: en una portería el veterano meta José Juan, ex del Elche, brillaba con luz propia al evitar el segundo de los blancos en ocasiones protagonizadas por Lucas Vázquez, Vinicius y Casemiro, mientras que en la otra José Solbes, un central cedido por el Hércules ante el que no ha podido jugar en Liga por culpa de la 'cláusula del miedo', empataba para el Alcoyano a la salida de un saque de esquina a diez minutos para el 90.