VALÈNCIA. Pepelu es un caso único. El dianense se ha unido al club de las renovaciones duraderas y se ha convertido en el futbolista con contrato más longevo del fútbol español. 2032 es el año que contempla su contrato, que también presenta una cláusula que facilitaría al '8' su salida en caso de no ascenso inmediato u oferta importante procedente de la élite la próxima temporada. La duración de la nueva vinculación de Pepelu lógicamente hace más permisiva su cláusula para los posibles futuros pretendientes, pero la realidad es que el jugador ha amarrado una firma histórica, poco vista en el mundo del balompié. Moncayola, que estampó su firma también por diez años en Osasuna durante el pasado curso, es el gran precendente. De paso, Pepelu ha completado una evolución meteórica en cuanto a su rol: si hace doce meses, a su regreso de Portugal, era descarte casi asegurado para Paco López, hoy es el heredero del brazalete de capitán.
Y es que Pepelu rubricó un buen año de cesión en el Tondela y, una campaña después, mejoró sus prestaciones en un club de mayor calibre. En el Vitoria de Guimaraes aprobó su máster particular para regresar al Ciutat con solo un año de contrato por delante y con la incertidumbre de su posición en el primer equipo granota. Completó la pretemporada pero ya en las últimas semanas del mercado de fichajes Paco López hizo ver al centrocampista que, de quedarse en su equipo, iba a tener serias dificultades para acumular minutos. El técnico de Silla le enseñó de esa forma indirecta la puerta de salida, siempre cogido por las pinzas de un mercado de fichajes que no fue productivo en la rampa de salida del Ciutat. Vukcevic, por ejemplo, fue uno de los futbolistas de absoluta prioridad de salida que terminó apurando su contrato.