VALÈNCIA. Un gol precedido de una mano en ataque será invalidado cuando el infractor toque directamente con la mano o el brazo -incluso si la acción se produce de forma accidental- y termine en gol o lo haga inmediatamente después de que el balón le toque en la mano o el brazo. Si el tanto llega tras mano en posición considerada natural de un compañero y no del propio jugador que anota, o el goleador toca con la mano pero no inmediatamente antes de anotar, el gol puede subir al marcador. Es la norma que dicta la IFAB en su última actualización de reglas del juego correspondientes a esta temporada y lo que vino a leer el entrenador del Levante, Felipe Miñambres, en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Cartagena.
Y es que el vestuario granota sigue desconcertado cuatro días después de que se anulara a Bouldini un tanto por mano de Álex Muñoz que evitó el empate granota sobre la bocina y que, a la postre, hubiese supuesto acercarse a dos puntos de las plazas de 'playoffs' de ascenso. Porque el Levante ha vivido esta misma temporada dos acciones muy similares de infracción por mano en que la citada regla ha caído en contra tras revisión de VAR y estando en los dos lados de la situación. Es decir, siendo defensor y atacante-infractor. Es lo que indignó a vestuario y cuerpo técnico, y de ahí la contundente crítica de Felipe al concluir la cita del pasado domingo y la sanción por protestar que el club ha recurrido ante Disciplina y Apelación.