VALENCIA. Desde el 7 de mayo de 2012, día que el Valencia CF anunció la contratación de Mauricio Pellegrino como nuevo técnico del club de Mestalla, hasta el pasado miércoles 30 de marzo, cuando se anunció oficialmente el despido de Gary Neville, la entidad valencianista ha contratado y despedido a un total de seis entrenadores diferentes que le han supuesto un coste de algo más de 12 millones de euros. Todo ello, tres años once meses.
Desde que Unai Emery abandonó el banquillo valencianista sólo el portugués Nuno Espirito Santo ha conseguido aguantar una temporada completa en el cargo, fue la pasada y el equipo logró su mejor clasificación histórica en cuanto a puntos. Sin embargo, este año el luso perdió la confianza de Mestalla primero y de su plantilla después y a finales de noviembre su amigo y máximo accionista no tuvo más remedio que prescindir de él.
Antes que él, pasaron varios técnicos por el banquillo de Mestalla. Manuel Llorente decidió en solitario y sin consultar a nadie más que a él mismo que el sustituto de Emery sería el argentino Mauricio Pellegrino. Sin ninguna experiencia profesional le dio el primer equipo y le firmó dos temporadas a razón de 1,5 millones brutos por temporada. El ex central valencianista duró catorce jornadas en el cargo pero se llevó los 3 millones que correspondían a sus dos temporadas de contrato. Su recambio en la temporada 2012/13 fue el extremeño Ernesto Valverde, que firmó sólo hasta final de temporada por 850.000 euros brutos.
El hoy técnico del Athletic de Bilbao ha sido sin duda el mejor técnico que ha pasado por Paterna en las últimas campañas. Sin embargo, el cambio de poder que se dio en la entidad y sus avanzadísimos contactos con su amigo y presidente del Athletic, Josu Urrutia, hicieron que se marchara a final de temporada.
Amadeo Salvo eligió por recomendación de Braulio Vázquez al serbio del Valladolid, Miroslav Djukic. El también ex central valencianista no funcionó. Desde el principio estuvo discutido y cayó cuatro meses después de llegar tras dieciséis jornadas de Liga. Djukic se llevó un finiquito de 2,2 millones de euros, que era lo pactado por las dos temporadas de contrato que firmó. El recambio de Djukic ya no lo eligió Braulio, que había sido despedido, sino su sustituto. El elegido fue otro ex de la casa, el argentino Juan Antonio Pizzi. Este duró hasta el final de temporada porque llegó la compra de la sociedad por parte del hoy máximo accionista, Peter Lim, y pese a prometer en su oferta que seguiría, una vez la Fundación VCF eligió su oferta, decidió despedir a Pizzi y fichar a su amigo Nuno Espírito Santo. Ese despido, del hoy seleccionador de Chile, le costó al club 1,5 millones de euros. Es decir, al Valencia CF le costó que Pizzi entrenara en Mestalla algo más de 2 millones de euros.
Nuno se hizo cargo del equipo en el verano de 2014 y fue renovado en noviembre del mismo año. Firmó un contrato largo y su despido el pasado mes de noviembre le costó a la entidad que preside Lay Hoon Chan una cantidad cercana a los 3,6 millones de euros. Su sustituto fue otro amigo de Peter Lim, el inglés Gary Neville. El ex jugador del Manchester United no había entrenado jamás y llegó desde los estudios de 'Sky Sports' para ser uno de los peores de la historia del club. Su despido, mucho más que justificado por sus lamentables números, le costó al club una cifra que ronda a los 600.000 euros.
Error tras error, despido tras despido, finiquito tras finiquito, y lo peor de todo el Valencia CF sigue sin tener en su banquillo a un entrenador de prestigio reconocido y con un currículum acorde a la historia del club. Pako Ayestarán se ha hecho cargo del equipo hasta el final de temporada y tiene la misión de salvarlo del humo del descenso. En verano habrá, casi con seguridad, un nuevo entrenador en Mestalla. Eso sí, después de 7 técnicos profesionales y con un gasto cercano a los 12,5 millones contanto también el sueldo del vasco que hoy dirige el club.