VALÈNCIA. Cuando Sergio León firmó por el Levante el verano de 2019 probablemente ni el ni Paco López esperaban la situación actual que atraviesa el delantero. El cordobés declinó la posibilidad de salir de Orriols el pasado mercado de fichajes estival, menos todavía cuando sus opciones se acotaron prácticamente a bajar una categoría y volver a Segunda División.
Tanto es así que, tal y como informó Plazadeportiva.com durante el pasado verano, el futbolista se mostró reacio a marchar porque entendía que merecía la oportunidad de una segunda temporada como granota para levantar los números cosechados -tan solo tres goles en 25 partidos, dos de ellos en Copa del Rey ante rivales muy inferiores- y porque desde que llegó la pandemia hasta los últimos coletazos de la ventana de transferencias, el club no le había transmitido con claridad la intención de sacarle. Eso sí, entendió su no entrada en la convocatorias ante el Sevilla y el Real Madrid como un pulso de club para intentar empujarle a la puerta de salida.