VALÈNCIA. Otro punto de inflexión. El Levante remontó dos goles frente al que es, actualmente, el mejor equipo de la Segunda División, un Elche que fue superior a los granotas en feudo ajeno durante el grueso del encuentro. Sea como sea, el arreón de fe y coraje del conjunto de Felipe Miñambres dio más frutos de los que incluso el técnico astorgano esperaba, tal y como reconoció en sala de prensa. En una jugada aislada, "la más preocupante" a juicio del preparador de los ilicitanos, Sebastián Beccacece, Dani Gómez consiguió darle la vuelta completa a la tortilla tras media hora de lucidez. El Levante no remontaba dos goles en contra desde hacía doce años, cuando dio la vuelta a un choque ante el Espanyol en la 12/13. Y con esa efeméride en la retina, el vestuario busca otro punto de inflexión esta temporada.
Ya hubo uno, cuando el triunfo contra el Valladolid el pasado mes de diciembre, con Javi Calleja a los mandos, cortó la hemorragia de seis encuentros sin victoria y tres derrotas consecutivas, algo que no ocurría desde que el entrenador madrileño había asumido las riendas un año y un mes atrás. Calleja dirigió aquel duelo en la picota. Fue, hasta ese momento, la situación más delicada del ex del Villarreal en el banco de Orriols... y la resolvió. Los suyos ganaron a un Valladolid que entonces también ostentaba la efímera corona de combinado con mejor dinámica de la categoría, y, además, lo hicieron con épica. Algo parecido a lo ocurrido el pasado domingo, pero con Andrés Fernández erigiéndose como héroe al detener un penalti a Monchu cuando el encuentro agonizaba y después de que Kocho hubiese errado otra pena máxima pocos minutos antes.