ALICANTE. Tanto el desarrollo del encuentro ante el Murcia como las manifestaciones de Lluís Plangumà tras el mismo, dejan bien claro que el Hércules ha de incorporar un "ocho" y que es algo que tienen muy claro en el club, especialmente para permitir esa variedad de registros que se persigue para el equipo desde el banquillo y que con tan buenos ojos se ve desde la dirección deportiva.

Lo anterior, todo y la irrupción más que positiva de Pedro Torres en una pretemporada a la que ayer puso un broche de oro con un gol de bella factura y también las dudas que giran alrededor del potencial como pivote de Jaime Alvarado: a ambos se refería el técnico del Hércules como "jóvenes" a los que hay que "ayudar a crecer". En el caso del canterano exigiéndole "en su justa medida" y en el del colombiano despejando "la incógnita" y descubriendo "si es más un seis que un ocho".  

Planagumà ponía el acento en que el club no puede estar a expensas de lo anterior y aunque no llegó a decirlo expresamente, si dejó entrever que se debía seguir apostando por incorporar un mediocentro ofensivo que le de más vida al centro del campo y es que en la segunda mitad del choque con el Murcia, al Hércules le faltó presencia con el balón pese a que, paradojas del fútbol y tal y como el entrenador blanquiazul apuntaba, con los cambios había igualado en número de efectivos con el rival, cuando antes del descanso no era así y precisamente la posesión no la había monopolizado el Murcia.

"Semana de diez días"