ALICANTE. En el Hércules se temen lo peor con la lesión del bueno de Marcelo Djaló. El central se retiraba en camilla en el minuto 27 del choque de los blanquiazules contra el filial del Mallorca de este domingo, después del típico mal gesto en la rodilla, concretamente la izquierda, tras un salto en una acción a balón parado.
Marcelo abandonó el terreno de juego en camilla, sin poder apoyar la pierna, y con el paso de las horas la situación distó de mejorar y es que tuvo que servirse de una silla de ruedas para desplazarse por la terminal del Aeropuerto de Palma de Mallorca desde donde, eso sí, embarcó junto al resto de sus compañeros en el avión que les trajo de vuelta hasta el de Alicante-Elche.
Este lunes está previsto que sea explorado por los doctores Diego Gómez y Javier Pérez y, en función de su valoración y del resultado de las pruebas que se le practiquen (con permiso de la inflamación de la articulación), será derivado o no a la consulta del doctor Pedro Ripoll. Lo ideal sería que lo segundo no se produjera, pero las sensaciones en el club este domingo iban en sentido opuesto: "Hasta que no lo evalúen no podemos decir nada [...] la sensación es que no pinta muy bien", decía Ángel Rodríguez tras el choque al ser preguntado por el futbolista.
Nacido en Barcelona hace 28 años, de padre bisauguineano y madre argentina, Marcelo Djaló recaló en el club del Rico Pérez este verano con la carta de libertad bajo el brazo, (llevaba sin equipo desde noviembre). Ahora mismo es uno de los dos únicos centrales con licencia sénior que tiene en su primera plantilla el Hércules: el otro es Dylan Leiva, quien tras la lesión de Djaló estuvo acompañado en el eje de la zaga por el joven David Marín, futbolista con licencia del B. En la primera plantilla blanquiazul hay también un central sub-23, Sergi Molina, pero este se encuentra en la última fase del proceso de recuperación de precisamente una grave lesión de rodilla.
Dos licencias disponibles que pueden ser tres