VALÈNCIA. Al Levante le hace falta un milagro para consumar el ascenso directo este mismo sábado, aunque la magia habrá de aparecer lejos de Orriols. En el Ciutat habrá de haber, condición sine qua non, una victoria granota ante el club en mejor forma, de largo, de la Segunda División. No será fácil doblegar al Real Oviedo de Álvaro Cervera, hoy el 'coco' de la categoría', pero no es ante ellos donde ha de ocurrir lo impensable, sino en Granada o Gran Canaria.
Aún así, y aunque el Levante no depende de sí mismo, al menos hay que cumplir con la parte blaugrana del pacto. Javi Calleja sabe que el Oviedo llega lanzado, aunque sin opciones de nada, y armará el mejor equipo posible. Es lo que masca la mente del cuerpo técnico después de cambiar los laterales de cuajo en Villa-real. Este sábado, salvo sorpresa, Pubill y Álex Muñoz volverán al once, acompañando a Postigo y Róber Pier en la zaga, y por delante de Joan Femenías. No se esperan sorpresas.