VALÈNCIA. Julián Calero es el fichaje más importante del verano para el Levante. Será la primera ficha de un efecto mariposa que desembocará en la planificación de plantilla de cara a la próxima temporada. Es el objetivo del Levante: que su nuevo técnico -quien ahora será anunciado, en principio, la próxima semana después de que así lo emplazara el propio entrenador en el día de su despedida en Cartagonova- tenga una voz y un voto esencial en la construcción del próximo vestuario granota. Hay algunas premisas con las que habrá de lidiar el madrileño, como la preponderancia de algunas figuras de cantera con las que ya cuenta Felipe Miñambres después de su etapa en el banquillo. No obstante, otras decisiones estarán sobre la mesa del ex del Cartagena.
Es, también, el deseo del director deportivo. Dar un pequeño 'giro' a la filosofía y el plan que se venía tejiendo con los anteriores técnicos. Además, responde a un perfil de conocedor de las 'catacumbas' del fútbol español (Calero ascendió al Burgos desde Primera RFEF y ha cuajado un gran papel con el Cartagena, pero en la élite ha ejercido como asistente de figuras como Julen Lopetegui o Fernando Hierro) por el que la planta noble del Ciutat quiere apostar. Cabe recordar que Javi Calleja llegó sin experiencia en la Segunda División y Mehdi Nafti, con un currículum muy escaso.