VALÈNCIA. El Levante ha sido uno de los primeros clubes de Primera División en sacar campaña de abonos y tener en cuenta en la misma diferentes remiendas en función de la evolución de la pandemia. Con devolución de importe por partidos no asistidos con motivo de la Covid-19 y prioridades si los porcentajes de aforo permitidos por la Comunitat varían a lo largo de la temporada próxima, el club granota vive ahora pendiente, primero, del número de aficionados que renovarán su abono -tienen hasta el 16 de julio para la reserva de localidades y a partir de la semana que viene comienza el plazo de nuevas altas-; y, después, en Orriols también prima la proporción de aficionados que finalmente puedan empezar el curso.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció ayer la vuelta de público a los estadios con una novedad: serán las autoridades sanitarias autonómicas quienes marquen las normas de la vuelta y el aforo de cada estadio en su territorio, no el Consejo Superior de Deportes. Lo que está claro es que habrá público en el Ciutat de València en la 21/22 y los abonados podrán ocupar las gradas de Orriols, solo resta por ver en qué cantidad y quiénes podrán hacerlo. En el Levante, por su parte, se espera que ese porcentaje sea parecido al que el presidente de La Liga, Javier Tebas, se atrevió a lanzar hace dos semanas: el 70% del aforo total, lo que en clave granota significarían unos 18.500 hinchas.