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Las claves del impulso en un mes de vértigo para el Levante 

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VALÈNCIA. En el Levante han cambiado poco las cosas desde el sábado por la mañana a este martes en que el equipo regresa al trabajo tras ganarle al Getafe. Las cosas no cambian en cuestión de días, el calendario de diciembre sigue siendo un Tourmalet a superar para los granota, pero se vive más tranquilo fuera del descenso, aunque sea compartiendo puntos con Osasuna.

En cualquier caso, la goleada al Getafe es un impulso para afrontar lo que viene, que es mucho y muy duro sin Campaña y a falta de confirmar con exactitud cuánto más va a estar Bardhi en el dique seco. Con esa tesitura, Paco López movió el avispero y sentó a algunas de las piezas protagonistas en el inicio liguero y puntales en los destellos en los cinco empates a uno consecutivos. Una de las claves a las que se agarra el técnico para levantar una situación de la que todavía hay que salir -pese al triunfo del sábado- es que el vestuario sigue estando con su entrenador pese a los momentos más que crudos de este curso. 

En Orriols la victoria se coge con perspectiva. Que el triunfo sea como un oasis en el desierto es una posibilidad si en los próximos envites no se da la talla. La próxima cita en el Camp Nou y la visita de la Real Sociedad marcan un diciembre que puede devolver la amargura al levantinismo en cuestión de semanas si se pierde con rotundidad o puede suponer un nuevo impulso si se rascan puntos o se es capaz de ganar alguno de los dos encuentros.

Visto está que cuando el Levante de Paco López ha salido de ostracismos importantes -y el de esta vez ha sido el más duro con el de Silla en el banquillo-, lo ha hecho a lo bestia: encadenando buenos resultados y sin importar qué rival se ponga a su paso. La racha de seis sin perder al inicio de la 18/19 con victoria en el Bernabéu, o la victoria ante el Barça de la campaña pasada tras las palabras en Buñol después de perder en casa ante el Espanyol son una muestra de lo que puede suceder si el Levante vuelve a hacer los deberes en el campo.

Mismas estadísticas, diferente resultado

Cierto que es que los granotas jugaron 85 minutos con un hombre más -es el equipo que más minutos ha jugado esta Liga con un jugador de más sobre el tapete- y después pudieron dormir el duelo fácilmente contra nueve. Igual de cierto que el Getafe pudo recortar distancias e incluso empatar en más de una ocasión en la primera parte en que los locales descuidaron sus espaldas. Pero el Levante desplegó un plantemiento similar al de los cinco famosos empates y, esta vez, salió cara. 

Los granotas tampoco apabullaron a David Soria, pero sí materializaron tres ocasiones claras. Y ahí llegó otra de las claves: la claridad de las situaciones de gol. Hasta seis disparos manifiestos, entre los goles, la ocasión de De Frutos en la primera mitad, la parada de Soria en la segunda y la doble que terminó con el balón de Sergio León al larguero, diferenciaron al Levante del sábado con el equipo mucho más espeso que se vio semanas atrás. 

Para ello, la aparición de De Frutos fue vital. El segoviano fue parte del cambio de piezas prometido por Paco López antes de enfrentarse al Elche, y el plan salió bien pero decayó con el paso de los minutos, incluido el rendimiento de un De Frutos al que empezaron a no salirle las cosas. Ante el Getafe fue bien diferente y demostró ser una ficha a mover de manera mucho más asídua en el tablero levantinista. 

Más movida es la pieza de Dani Gómez, que lleva tiempo siendo revulsivo y aportando argumentos para ser de la partida en más ocasiones, y el sábado obtuvo el premio perseguido... y no solo por el gol. El trabajo con Roger en la salida de balón desde atrás a la hora de dar opciones a la zaga y también en la presión en campo propio fueron aspectos en los que insistió el técnico durante el partido.

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