VALÈNCIA. El Levante visitaba Almería para intentar pegar un zarpazo al ascenso contra uno de los rivales duros de la categoría y sabiendo que el Racing de Santander ya había hecho los deberes y que Mirandés y Elche estaban a la espera de un tropiezo de los de Julián Calero.
Con un Almería que quería romper su mala racha y con una presión muy alta para no desengancharse del tren de cabeza en estas últimas jornadas de competición, el partido arrancaba con un conjunto local más ofensivo que el Levante pero sin encontrar hueco en el entramado defensivo montado por Calero para el partido.
Pero el agobio inicial de los andaluces pudo costar caro cerca del cuarto de hora de partido pero Melero no logró enganchar un balón dentro del área en un despiste de la defensa.
La primera vez que el Levante se estiró dejó claro al Almería que no podía desconectar, con una gran carrera de Pampín, que llegó a línea de fondo y que le puso un 'caramelito' a Iván Romero, que remató de cabeza y obligó a Luis Maximiano a hacer la primera salvada del partido.
El plan del Levante estaba claro, aguantar atrás las embestidas de la UD Almería y salir muy rápido para coger a la defensa local desdibujada en esas contras dibujadas por Pampín, Carlos Álvarez o Brugué que buscaban siempre a Iván Romero cerca de la portería de Maximiano.
Pasaban los minutos y subía la intensidad del partido pero el Almería no encontraba huecos por los que hacer efectivo su dominio con balón, más allá de algún disparo lejano y un remate de cabeza de Radovanovic, que no asustó a Andrés Fernández.
El Almería superó la media docena de córners en la primera mitad y ahí sufría el Levante, con otro remate de Radovanovic que tuvo que sacar Iván Romero en la línea de gol.
No se movió el marcador en la primra mitad pero el Levante debía dar un par de pasos adelante en los segundos cuarenta y cinco minutos para sacar algo más de Los juegos del Mediterráneo.
Y así fue, salió algo más animado el equipo de Calero y rondó los primeros minutos de la segunda parte la portería del Almería aunque se paseó varias veces el balón por el área sin que nadie lograra rematar.
Pero el cronómetro ya iba para atrás para el Almería y tenía que subir líneas, algo que el Levante esperaba con ansia, empezaba a mover el avispero el ataque andaluz y con Arribas y un Luís Suárez que probó a Andrés Fernández, buscaba el gol.
Ahí empezó a aparecer más la figura de Carlos Álvarez, que con espacios es uno de los mejores jugadores de la categoría, y filtró dos balones a Brugué que acabaron en peligro para el Levante, uno con un disparo del mismo Brugué, que se marchó alto, y otro con una pared que se diluyó por un fuera de juego.
Con la salida de Morales el frente de ataque del Levante subió una marchita más, con el 'comandante' buscando los balones de un Carlos Álvarez que de destapó en la segunda mitad.
La jugada clave llegó en el minuto 79, cuándo en un saque de esquina Ignasi Miquel agarró a Marc Pubill y desde el VAR se llamó al colegiado para que lo revisara, con el desenlace del punto de penalti.
Lanzó el máximo artillero de la categoría, Luis Suárez, que anotó engañando a Andrés Fernández y puso por delante al conjunto de Rubi.
Hizo tres cambios de golpe Calero, dando entrada a Espí y a Forés junto a Sergio Lozano para tratar de darle la vuelta a la situación en los diez minuto restantes, mientras que el Almería intentaba enfríar el partido.
Y la tuvo Espí en la última jugada del encuentro, con un centro de Morales que encontró al canterano en el segundo palo pero el cabezazo se marchó desviado cuando ya parecía el empate.
Lo intentó el Levante con más corazón que cabeza, por insistencia y por acumulación, pero el marcador ya no se iba a mover, en una partida de ajedrez muy igualada, que iba a caer del lado andaluz por un error de Ignasi Miquel con un agarrón innecesario, y que dejaba el ascenso directo en un puño para las nueve jornadas restantes.