VALÈNCIA. Al fin, Felipe Miñambres tomó la decisión definitiva y destituyó a Javi Calleja tras cosechar cuatro puntos de los últimos quince, con el Levante décimo aunque a tres puntos de las plazas de promoción de ascenso junto a otros nueve conjuntos inmersos en la misma batalla. La ejecución del técnico madrileño llega probablemente tarde, pues el tiempo perdido entre el último matchball salvado a primeros de diciembre y hoy, deja al equipo en una peor situación clasificatoria que entonces y con un saco de dudas a cuestas. Hay tiempo y jornadas por delante, pero también demasiadas incógnitas que resolver hasta final de temporada. En principio, y salvo que la dirección deportiva -que sigue liderando el astorgano- cambie el rumbo establecido a primera hora de la tarde de ayer, Miñambres cogerá las riendas del equipo hasta final de temporada y formará un nuevo cuerpo técnico todavía en ciernes.
Tal y como pudo confirmar Plaza Deportiva, el ejecutivo leonés volverá a 'bajar del despacho' para asumir la responsabilidad desde el banquillo un año y medio después de hacer lo propio tras cesar a su segundo entrenador en Orriols. Fue Mehdi Nafti, tras nueve jornadas y un reconocido error por parte del mismo Miñambres al confiarle al franco-tunecino el proyecto del ascenso inmediato. Antes, había decidido cortar por lo sano la etapa de Alessio Lisci como entrenador del primer equipo, una decisión admitida por el italiano pero cogida con mal sabor de boca por las formas y los tiempos de aquella no renovación. Alessio fue invitado, como adelantó entonces este diario, a permanecer en el club con una especie de máster mediante y siendo líder del Área de Metedología del club, optando, en un futuro, a ser el entrenador definitivo.