VALENCIA. No entiendo como el director de la escuela del Valencia CF, José Ramón Alesanco, todavía no ha renovado el contrato de un juvenil que finaliza su vinculación con los de Mestalla en junio y que es de lo mejorcito de España. No lo puedo comprender. Carlos Soler se quiere quedar aquí. Es valencianista. Por eso y sólo por eso se ha preferido quedar siempre en su casa y su club antes que coger las maletas llenas de euros que le ofrecían fuera. 

Soler se lleva pudiendo marchar desde infantiles cuando el Barça se enamoró de él en un torneo de esos mediáticos y televisivos que hacen estrellas antes de hora. Luego ha podido coger el mismo camino que su amigo Pedro Chirivella que después de arriesgar ya recoge frutos habiendo debutado con el Liverpool. Sin embargo, Soler siempre ha elegido al murciélago. Ahora, el chico empieza a tener edad de dar el salto y el club otra vez ha estado muy lento. 

El joven centrocampista finaliza contrato en junio y el Valencia CF se acercó a él para hablar de una posible renovación el pasado mes de enero. Es decir, cuando el chico ya podría haber firmado en cualquier otro club. Si tardó tanto en ofrecerle las migajas que le ofreció es sencillamente porque no terminaban de confiar en él. Ahora, un mes después justo cuando el chico ha tenido continuidad en el once del filial y es cuando está brillando más cada semana es cuando al club le entran las prisas. 

En las conversaciones Alesanco no ha tenido ningún tacto para con un chico de la casa que no está pidiendo ninguna barbaridad. El problema no es de dinero. El problema es que el vasco ha llegado a amenazar al futbolista con ejercer una cláusula unilateral para renovarle dos años más. Una cláusula totalmente ilegal y que dejaría al Valencia CF sin el futbolista sin ninguna contraprestación económica. 

Carlos Soler está pidiéndole al club un proyecto deportivo. Quiere saber si en Valencia tendrá oportunidades de verdad con el primer equipo o si no las tendrá. El jugador y su entorno saben que jugar en la primera plantilla del Valencia CF es un privilegio que tienen unos pocos y que él debería ganarse. Sin embargo, quiere saber si tendrá la oportunidad de al menos pelear con los Danilos de turno que vayan llegando o si directamente no tendrá nunca esas oportunidades que este año si están teniendo otros juveniles pagados a precio de oro. Ahora es momento de que el Valencia CF se moje. El FC Barcelona si le ofrece ese proyecto y otros muchos equipos como Villarreal, Atlético o Espanyol. 

No entendería de ninguna de las maneras que un juvenil, que es de los mejores de España y ha demostrado que su proyección es la mejor de la escuela en los últimos meses se te volviera a escapar por no apostar por los de casa. La cantera hay que cuidarla y no sólo de palabra. Todos no caben. Ni todos pueden aspirar a que se apueste por ellos, pero el caso de Carlos Soler es de esos por los que hay que apostar sí o sí y esperar que salga bien.