ALICANTE. La mascarilla que le cubre el rostro no impide advertir su sonrisa, casi tan grande como sus manos. "A mí llámame 'Poli'", se apresura a decir José Luis Soriano (Alicante, 1952), histórico del balonmano alicantino y español, con 17 años de carrera a sus espaldas y un buen capazo de títulos.
Primero Obras del Puerto, luego Calpisa (Hércules-Calpisa), Tecnisán y 'finalmente' Helados Alacant. Nunca antes un club le dio tanto a Alicante como ese que tuvo el honor de capitanear Poli. Esta semana, el Ayuntamiento de Alicante rebajaba parcialmente su deuda con los históricos de su deporte al aprobar su Junta de Gobierno que la calle aneja al estadio Rico Pérez y al pabellón Pitíu Rochel pase a denominarse José Luis Soriano 'Poli'. Lo hacía con el apoyo de la concejalía de Estadística y a propuesta del Eón Alicante, el club que aspira a recuperar para la ciudad algún día ese sitio que se ganó dentro del panorama nacional e internacional gracias al sudor y esfuerzo de Poli y los Enrique Antón, Gregorio López 'Goyo', Jaime Cremades 'Ñago', Javier Bodi, Javier Cabanas, Jorge Aráez, José Perramón, José 'Pitíu' Rochel, Juan Alemany, Juan Francisco Muñoz Melo, Miguel Ángel Cascallana, Nacho Novoa, Santos Labaca o Vicente Ruano, entre otros.
"Con alegría", responde nuestro protagonista cuando se le pregunta por cómo ha recibido la noticia y, si bien deja entrever que le hubiese gustado que su mujer (fallecida hace cuatro años) hubiera podido ser testigo de ese reconocimiento, tampoco pierde la oportunidad de bromear ironizando con el hecho de que el mismo va a llegar con él en vida "y no en el cementerio".