ELCHE. El Elche sigue tachando días del calendario de la peculiar pretemporada primaveral que coprotagoniza junto al resto de clubes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por culpa de la pandemia de Covid-19.
Después de disfrutar el domingo de una jornada de descanso, el equipo de José Rojo 'Pacheta' retomaba a primera hora de la mañana del lunes los entrenamientos, en el Manuel Martínez Valero y siguiendo los parámetros que determina el ya famoso protocolo de la LFP: los futbolistas llegan de manera escalonada (de acuerdo con un horario individualizado con el que se consigue evitar que coincidan con algún compañero) al estadio y acceden por la puerta 24 (a la que da nombre 'El Chino' Juan Carlos Lezcano) directamente desde sus vehículos (cuentan con una nueva zona de aparcamiento reservado, convenientemente acordonada y vigilada de manera permanente), con máscara y guantes y ya vestidos con la ropa de entrenamiento (a la salida recogen una bolsa con la muda para el día siguiente) para que los servicios médicos del club les sometan a diferentes pruebas (toma de temperatura y un test rápido para detectar positivos (o falsos negativos en pruebas anteriores); si todo está correcto (hasta la fecha no ha habido la menor incidencia), pasan a ejercitarse de manera individual, repartidos en ocho turnos de 40 minutos de duración en los que participan de seis en seis, repartiéndose toda la extensión del terreno de juego donde realizan una rutina de ejercicios físicos y con balón que, por cierto, ha ido mutando con el paso de los días, lo que sin duda agradecen los protagonistas.
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