VALÈNCIA. La historia del rugby español acaba de escribir un capítulo inolvidable en la República Checa, y ahí aparece con letras grandes el nombre de un jugador formado en Valencia. Lucas Gil, joven talento del CAU Rugby Valencia, se ha proclamado Campeón de Europa Sub-18 con la Selección Española de Rugby XV, que conquistó por primera vez este título tras una final épica ante la todopoderosa Georgia.
El combinado nacional firmó un triunfo histórico (11-16) en el Prague Marketa Stadium, en un partido vibrante que mantuvo al público en vilo hasta el último minuto. La victoria adquiere una dimensión especial: es la primera vez desde 2012 que un equipo masculino de rugby XV español logra derrotar a los temidos lelos, reconocidos mundialmente por su fortaleza física y su dominio en la melé. Sin embargo, España respondió con una madurez sobresaliente: controló la posesión, marcó el ritmo del encuentro y se mantuvo firme en cada choque.
Para el CAU Rugby Valencia, el éxito de Lucas es motivo de orgullo… y también una confirmación. El club vuelve a demostrar la calidad de su prolífica cantera, convertida en una de las más constantes —y reconocidas— del rugby formativo español. En los últimos años, múltiples jugadores rojinegros han alimentado las distintas categorías de las selecciones autonómicas y nacionales, situando al CAU como un vivero de talento.
Lucas, que ha sido pieza importante en la estructura juvenil del club, representa la nueva generación de jugadores formados bajo la filosofía del CAU: esfuerzo, técnica, compromiso y pasión por este deporte.
La historia de Lucas Gil no se entiende sin su familia. Su hermano, David Gil, también ha sido jugador internacional, llevando la camiseta de España. Y antes que ellos, su padre ya defendió los colores del CAU Valencia, formando parte de una tradición deportiva que hoy continúa creciendo. El apellido Gil está profundamente vinculado al rugby valenciano, y la victoria de Lucas con la selección Sub-18 supone no solo un logro personal, sino la continuación de una herencia familiar que ha dejado huella en el club.
La actuación del equipo español en el Campeonato de Europa Sub-18 ha sido impecable desde el primer encuentro. Pero la final ante Georgia marcó un antes y un después: una batalla de resistencia, inteligencia táctica y carácter. España supo responder al empuje georgiano con un juego valiente y equilibrado, afianzando un triunfo que quedará grabado en la memoria de los aficionados.
Para Lucas Gil, alzar el trofeo continental es un sueño cumplido. Para el CAU Rugby Valencia, es motivo de celebración. Y para el rugby español, un mensaje claro: la nueva generación está aquí, preparada para competir y ganar en Europa.Una victoria que sabe a futuro. Y un jugador que confirma que el talento, cuando se cultiva con dedicación, puede llegar muy lejos.