VALÈNCIA. 'Conquista el barro para tocar el cielo'. Fue el lema de promoción del equipo del Proyecto FER 2019 cuando se presentó allá por el pasado mes de abril. Un año clave para los deportistas, pues el recorrido, enlazado luego con 2020, se proyecta hacia los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y para alcanzarlos los barros deben quedarse despegados para medirse solo por ese cielo de Tokio. Es tiempo ahora de paso por el umbral de un año que fue registrando exitosos relatos de los deportistas para entrar en el gran año, el 2020, el de los Juegos, en el que previsiblemente habrá una notable participación de deportistas que forman parte de esa FER de la Fundación Trinidad Alfonso, que este lunes homenajeó a varios de sus integrantes dentro de un marco navideño.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ya son una realidad para la alicantina Liliana Fernández Steiner y la madrileña Elsa Baquerizo. Será la tercera participación olímpica para la pareja referente española de vóley playa después de Londres 2012 y de Río de Janeiro 2016 (en ambos casos llegaron hasta octavos de final). Ahora, en la larguísima lista de lugares y partidos de su palmarés, compitiendo siempre con garra y vaciándose en cada acción y trabajando al máximo por cada pelota, subrayarán el nombre de Haiyang (China), donde resolvieron incisivas, con firmeza y la pasión que les caracteriza la clasificación para Tokio 2020. Allí se adjudicaron el Preolímpico el pasado mes de septiembre.
"Estamos ya clasificadas. La verdad es que es muy pronto. Casi no nos lo creíamos, ya que estamos acostumbradas a clasificarnos por ranking mucho más adelante. En Tokio el objetivo es disfrutar y aspirar a lo máximo", explicó este martes la benidormense Liliana Fernández Steiner. Lili es la deportista perfecta: enormemente competitiva, disciplinada, trabajadora, solidaria con su pareja sobre la arena, su otra mitad que es Elsa, con un talento innato, pero al tiempo atesora un discurso claro, firme, justo, y es persona que no se esconde y replica cuando procede y defiende principios y valores, pero además sabe mostrar una gran sonrisa.
Lili es compañera de disciplina deportiva de otro referente como el castellonense Pablo Herrera, que suma ya doce años juntos a su dupla de vóley playa Adrián Gavira. Y estos están en esa puja por el cielo de Tokio. Y la alcanzarán. Cuestión de rematar el negociado en el año que ya va dando la bienvenida. Pero es que para Herrera, concretándose esa clasificación, serán sus quintos Juegos Olímpicos. "Estamos novenos en el ranking y prácticamente está asegurado que estemos aunque hasta el corte de junio no se podrá saber". Lo dicho, Tokio significaría alcanzar su quinta participación olímpica: "A ver si ahora le puedo pegar un mordisco a las medallas".
Lili y Pablo anunciaron tiempo atrás un pacto: "O quedamos últimos o ganamos medallas, pero no volvemos a caer en octavos".